El enfrentamiento bélico entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamas iniciado en 2023 lleva alrededor de 40 días sosteniendo un acuerdo de alto al fuego. Tras la fuerte visibilización de la tragedia de la familia israelí-argentina Bibas, la comunidad internacional se solidarizó con los numerosos secuestros seguidos de asesinato. Sin embargo, también alertan sobre la crisis humanitaria en territorio palestino.
“La tragedia del pueblo palestino es también estar en el medio de estos dos actores y sufrir las consecuencias de la respuesta, en este caso del Estado de Israel, a la masacre de Hamas”, expresó en Radio UNNE Julian Kelly, licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador. En la franja de Gaza se contabilizan entre fallecidos y heridos 180.000 víctimas, mientras que se estima que 2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares y viven en riesgo de hambruna, enfermedad y muerte, con hospitales y escuelas destruidos.
“La respuesta del Estado de Israel destruyó completamente la infraestructura edilicia en territorio de Gaza. Amnistía Internacional y otros actores ya se posicionaron y denunciaron el genocidio. De hecho, hay Estados que han hecho denuncias en este mismo sentido ante la Corte Internacional, sobre funcionarios israelíes”, expresó Kelly y recordó que el escenario de conflicto actual lleva cerca de 20 años.
El especialista puntualizó que el grupo terrorista controla militar y políticamente a la población palestina desde el 2007: “Históricamente este pueblo es considerado como un actor que lucha por su independencia. La paradoja y complejidad que deriva de este conflicto es que muchas acciones de Hamas llevaron a represalias por parte del Estado de Israel, que en lugar de debilitar al grupo terrorista lo fortalecieron”.
Kelly recordó que parte de las acciones que llevó adelante Israel en las últimas décadas, alegando justificaciones de tipo militar, fue un bloqueo de las fronteras terrestres y marítimas a la Franja de Gaza para controlar el territorio y contener a los grupos extremistas. Pero esto tuvo severos impactos humanitarios en la población civil palestina que allí reside, generando escasez de alimentos, agua, electricidad, combustible y medicinas, lo que ha agravado la situación de inseguridad alimentaria y sanitaria.
“Cada vez son más los asentamientos de desplazados por esta situación, y lo mismo ocurre con Cisjordania. Estos territorios, aunque estén controlados en términos de seguridad por Israel despierta fuertes tensiones en términos de la represión que ejerce sobre los palestinos cuando ellos actúan en contra de esa ocupación y en contra de esta política de carácter colonizador”, sostuvo Kelly al aire de la radio universitaria.
En este sentido, aseguró que este escenario se complejiza con el regreso de Donald Trump al poder. El presidente expresó recientemente su intención de que Estados Unidos tome el control de la Franja de Gaza. Según sus declaraciones, esto incluiría reasentar permanentemente a los palestinos en otros países árabes y luego reconstruir la zona para convertirla en un lugar económicamente próspero y turístico.
“Que no haya más palestinos en Gaza como solución, es una forma de pensar más parecida al siglo XIX que al siglo XXI. Es una forma de ejercer diplomacia muy distinta que hace 30 años atrás. La distribución del poder cambió en el siglo XXI, lo que se observa en Estados Unidos es una reacción a este cambio”, consideró el analista internacional y lo vinculó con un fuerte debilitamiento de las instituciones internacionales y su legitimidad.
“Hasta el siglo XXI, estas instituciones acompañaban los intereses de Estados Unidos, que lideraba los sectores económicos más dinámicos. Esto empezó a transformarse con la irrupción de China en el capitalismo. Se está viendo que la potencia hegemónica que ejecutó las normas internacionales, ahora las cuestiona porque ya no beneficia su posición. Generando una pérdida de centralidad a la hora de resolver este tipo de controversias por parte de los organismos internacionales”, argumentó Kelly.
Actualmente, el grupo terrorista y el Estado de Israel negocian la entrega de rehenes y una extensión del cese de las hostilidades, con frágil vigencia desde el 15 de enero. En tanto, organismos como Amnistía Internacional, UNICEF, la ONU y la Corte Internacional de Justicia han instado a Israel que garantice sin demora la entrega de ayuda humanitaria urgente en Gaza.