Una investigación iniciada en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE busca definir, para ciudades de la región NEA, estrategias que prioricen la movilidad peatonal como eje de la transformación urbana y contribuyan a lograr ciudades más inclusivas, seguras y sostenibles. Se planifica identificar las áreas factibles de ser peatonalizadas o semi peatonalizadas.
En las últimas décadas, el espacio público de las ciudades sufrió un proceso continuo de adaptación a la movilidad vehicular, por el que se buscó atender el crecimiento del parque automotor y del flujo vehicular con cambios en el diseño urbano.
Así, los medios motorizados con sus dimensiones y velocidades invadieron el espacio urbano en casi todas las ciudades, y obligaron al peatón a utilizar ámbitos cada vez más reducidos y en algunos casos hasta se produce una exclusión de los mismos, perjudicando la calidad de vida cotidiana, así como aumentando las posibilidades de accidentes.
Frente a ese contexto, las ciudades más avanzadas están desarrollando redes no motorizadas, que consisten no sólo en áreas peatonales, sino tramas en el tejido urbano que conectan distintos itinerarios peatonales, recorren el centro, áreas comerciales, financieras y cívicas, así como otros puntos de interés con importantes flujos de personas.
En línea con esas nuevas tendencias de priorización del peatón como motor de transformación de las ciudades, una investigación que tiene como marco una beca de iniciación de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE, radicada en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, busca abordar el estudio de las ciudades y el espacio público tomando como premisa el diseño de áreas peatonales.
El proyecto se relaciona con contribuir desde el plano local y regional en lograr la meta número 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que propone la Organización de Naciones Unidas (ONU), de lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
El objetivo principal del trabajo que se está llevando a cabo es definir estrategias que colaboren en la toma de decisiones sobre el diseño urbano del espacio público, con énfasis en áreas factibles de ser peatonalizadas o semi peatonalizadas, según explican la Arq. Carla Romano Pamies, la Arq. María José Roibón y el Arq. Mario Berent, responsables del proyecto y docentes-investigadores de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
DETALLES DEL PROYECTO
Para el proyecto se prevé relevar y categorizar distintas alternativas de priorización peatonal, y relevar casos verificables y exitosos en el contexto latinoamericano e internacional.
En base a las experiencias de otros lugares, se analizarán estrategias de intervención en ciudades del NEA.
En una primera instancia se prevé trabajar sobre áreas seleccionadas en las ciudades de Resistencia y Corrientes.
“El objetivo es aportar pautas de intervención a quienes tienen a su cargo la toma de decisión sobre la planificación y el diseño urbano de las ciudades intermedias de la región” indicó la arquitecta Roibón.
Desde el equipo de investigación, destacaron que el estudio de la priorización de la movilidad peatonal toma como premisa la “humanización del espacio”, es decir, posicionar al usuario como actor clave y beneficiario de las transformaciones, si bien eso no implica dejar de lado una planificación que brinde respuestas a la movilidad vehicular.
En ese aspecto, acotan que, para crear ciudades inclusivas, es fundamental considerar a las calles, plazas y espacios públicos de la ciudad como elementos que definen la identidad y la imagen de la misma y como el reflejo de la cultura y la idiosincrasia de la sociedad que allí se desarrolla.
“Entendemos como fundamental abordar a escala local, la problemática planteada” resaltaron y agregaron que el crecimiento que exhiben las principales ciudades de la región Nordeste expone la necesidad de dar respuestas apropiadas, actuales y reales para lograr espacios públicos más aptos para todos.
El proyecto de priorización peatonal en el diseño urbano de las ciudades de la región forma parte de una Beca de Iniciación de la Arq. Romano Pamies y a su vez se enmarca en el proyecto acreditado “La forma en el espacio público urbano. Aportes para ciudades inclusivas y sostenibles” que dirige la Arq. Roibón y en la investigación “Proyecto y sustentabilidad en la arquitectura y el urbanismo” a cargo del Arq. Berent.