La Cátedra Libre de Chamamé del CCU de la UNNE organizó la presentación de los alumnos del Nivel Superior y de la Orquesta Juvenil del Instituto Superior de Música “Profesor Carmelo H. De Biasi”. La actividad tuvo lugar en el patio “Marité Salas” del Instituto de Cultura de la Provincia de Corrientes.
Los profesores de la cátedra, Susana Piñeiro y Víctor Piñeiro continúan profundizando en diferentes trabajos de investigación sobre el chamamé. En esta oportunidad, junto a la licenciada María Belén Arriola se refirieron a la transcripción y al análisis del chamamé orquestal de la primera mitad del siglo XX, trabajo que se vio plasmado en la ejecución de la orquesta juvenil del mencionado Instituto de Música.
Importancia del día del chamamé
Una hora quince antes de la presentación los jóvenes ya estaban llegando al Patio del Instituto de Cultura. Algunos caminaban con los ojos ávidos y con sueños abiertos. Unos pocos se movían en soledad mientras otros los hacían en grupo. Estaban vestidos de negro impecable. Brillo en la frente. Las miradas concentradas y ávidas, por momentos serios y por momentos las sonrisas exultantes.
A las 18 comenzó la actividad como parte de una clase pública con las palabras de la profesora Susana Piñeiro. Ella puso en contexto la celebración del día del Chamamé. Destacó que para recordar hay que conocer y así traer al presente algo del pasado. “El 19 de septiembre es un día conmemorativo. Traemos a la memoria, del pasado al presente: traemos con nosotros a Mario del Tránsito Cocomarola. Él falleció un 19 de septiembre de 1974. Esta fecha se instituyo hace tiempo como Día Nacional del Chamamé”, subrayó.
“Traemos a colación la memoria del pasado a quien está vigente a través de su música. Cocomarola como tantos músicos de la historia inició este camino desde muy temprana edad por medio de su papá. Fue haciendo pasos firmes hasta que se profesionalizó en la música. Compuso más de doscientas obras y esto hay que destacar. Grabó sus composiciones y tuvo trascendencia en vida. Fue valorado y reconocido por sus pares. Fue un innovador”, explicó la profesora Susana Piñeiro.
La profesora Susana Piñeiro terminó su alusión al Día del Chamamé explicando que la palabra tradición quiere decir traer algo del pasado al presente. En el presente lo que tenemos es el legado que nos dejó Mario del Tránsito Cocomarola. Ahí se sintetiza el pasado y el presente de la música. Por ello se conmemora y se festeja el Día del Chamamé.
“Los chicos quieren salir”
«Siempre están las emociones presentes», dijo el profesor Adrián González, director de la orquesta juvenil del Instituto de Música, quien compartió sus impresiones sobre esta actividad. Unos minutos antes de comenzar a tocar, después de un breve ensayo, hablaba con los jóvenes y se movía de un lugar a otro como cerciorándose de que todo estuviera bien. En ese contexto manifestó que «siempre están las emociones presentes ante un evento como este”.
Además, comentó que dentro de los contenidos que tiene la orquesta desde hace unos años, comenzaron a incorporar lo académico a lo folclórico regional. Para esta ocasión prepararon arreglos de los profesores que se dedican al folclore regional.
“A los chicos les gusta realizar este repertorio pero al mismo tiempo les cuesta. Son de generaciones distintas pero es necesario cultivar en los chicos más jóvenes algo tan bueno que tenemos y que es el chamamé”, agregó. “Para nosotros es un orgullo trabajar con los profesores de la casa como Víctor Piñeiro y María Belén Arriola. Ellos son artistas ya reconocidos en el ambiente. Recibir por parte de ellos esta invitación a tocar en la Cátedra de Chamamé es un orgullo”.
Se habían dispuesto cincuenta y cinco sillas para la orquesta. Los jóvenes se fueron acomodando y se instalaron, muchos de ellos no se movieron hasta que terminó la presentación. Había entre los presentes familiares, amigos y público en general. “Estar en el Patio del Instituto de Cultura es lo mejor que nos puede pasar”, agregó el profesor Adrián González. “Los chicos quieren salir. Ellos practican durante la semana encerrados en un auditorio. Nadie los escucha más que los tutores cuando tenemos un concierto en el año. Para ellos, tocar afuera es importante”, destacó.
Origen de las investigaciones
El profesor Víctor Piñeiro, al igual que su colega la profesora Susana, agradecieron a los familiares, a los amigos y al público en general por el acompañamiento a esta actividad. El patio “Marité Salas” estaba colmado. En ese marco Piñeiro destacó que “los chicos y jóvenes tienen en sus manos algo muy valioso porque es algo que no se había hecho – por lo menos de esta manera-. Hoy los jóvenes tienen en sus manos partituras de nuestra música popular”.
En ese contexto los profesores de la cátedra, junto a la profesora y licenciada María Belén Arriola, la directora del Coordinadora Centro Cultural Universitario (CCU) María Andrea Eirin y el Subsecretario de Vinculación y Transferencia dependiente de la Secretaría General de Relaciones Interinstitucionales de la Unne hicieron entrega de las mencionadas partituras destinadas a la biblioteca del Instituto de Música “Prof. C. H. De Biasi”.
Contexto
Para contextualizar esta actividad, el profesor Víctor Piñeiro explicó que desde la cátedra de chamamé comenzaron con la celebración de los 100 años de la primera grabación de El Carau. “Hay muchas anécdotas alrededor pero lo central es que la industria discográfica rotula un tema como Canción Típica Correntina. Hace 100 años que la industria discográfica decide nombrar así la música correntina”. En este marco la cátedra comenzó a investigar qué pasaba en esas primeras grabaciones.
La investigación alcanzó a la sonoridad de la década del 30 en distintas agrupaciones que incluían violines, clarinetes, flautas, pianos, en los casos más amplios había una orquesta. Piñeiro comentó que en algunas agrupaciones se aprecian arreglos donde se escucha las filas de contrabajo, violonchelo, viola, violín 1 y violín 2. El relevamiento se hizo con las primeras grabaciones hechas a comienzos de 1934 hasta 1954. Es decir que abarcaron 20 años de historia de los músicos correntinos.
Fue así que desde la Cátedra Libre de Chamamé del CCU-UNNE se invitó a los alumnos y a la Orquesta Juvenil del Instituto de Música a interpretar algunas de las adaptaciones y transcripciones realizadas especialmente para esta ocasión. Algunas de las obras forman parte del emblemático repertorio del chamamé de orquesta y los temas que se prepararon fueron “San José”, “Aguará Chaí” y “Leonor”.
En este marco, el profesor Piñeiro explicó, “la licenciada María Belén Arriola transcribió tres obras para la orquesta del Instituto de Música. Materiales como éste, nosotros no tuvimos cuando estudiamos música. Estas transcripciones tienen un valor histórico. Son transcripciones exactas de los arreglos de la época. Lo que hicimos fue transcribir”.
Repertorio
La primera obra en ejecutar por el ensamble fue “San José”, una obra de Emilio Chamorro, considerado uno de los pioneros de la música junto a Mauricio Valenzuela y Marcos Ramírez. Son estos tres, los primeros músicos correntinos en grabar. Particularmente, esta obra, “San José», tiene variaciones en clarinete. El segundo tema fue “Aguará Chaí”. En estos temas participaron los alumnos del nivel superior, entre ellos estuvieron Maximiliano Soto, Christian Taborda, Carlos Pereira, Yamil Báez Encina, Armando Cejas Parras, Matías Maidana y José Francisco Sánchez.
El tercer tema fue Leonor, bajo la dirección del profesor Adrián González con las adaptaciones que hizo Belén Arriola para la orquesta del Instituto de Música. Después siguió el tema “Bañado Norte”, de Odilio Godoy.
Al finalizar, el director González felicitó a los intérpretes de su orquesta y explicó al público presente que los alumnos están en el colegio secundario donde tienen una materia que se llama Orquesta y realizan dos ensayos semanales. «Ustedes escucharon cantos y contra cantos con la parte de los vientos, con las cuerdas, el bajo que hacia la armonía, todo esto no es fácil», explicó al tiempo que resaltó que el chamamé es una música importante y necesaria que los jóvenes la conozcan.
“Tocar con los profesores. Recibir la invitación de tus profesores o que te convoquen como en este caso a tocar es algo muy lindo”, así expresó Francisco Sánchez, un joven que siendo músico popular ingresó a estudiar al ámbito académico. Por su parte, Mauro y Joaquín, estudiantes del colegio secundario y contrabajista de la orquesta, entre la timidez y la alegría, se mostraron contentos por el concierto. Joaquín agregó que cuando comenzó a practicar “Leonor” le resultaba difícil entrar, palpar el tiempo musical, pero a través de los ensayos le encontró el gusto y pudo disfrutar.
El cierre fue con los músicos profesores del instituto de música, Víctor Piñeiro, Belén Arriola y Alejandro “Tato” Ramírez de Tajy quienes compartieron un tema para sus alumnos y el público en general.