Son los alumnos y las alumnas de la cátedra “Diseño Industrial 1”. Experimentando el proceso de diseño, decidieron confeccionar ellos mismos sus delantales que utilizan en el aula. Tras un debate sobre las plataformas de compra de indumentaria a bajo costo, decidieron experimentar el proceso de diseño y materialización; para generar consciencia del consumo desmedido y sus consecuencias en la sociedad. Acordaron también usar insumos locales, compraron denim chaqueño y recibieron una donación de cueros. Proyectan una cooperativa que les permita reunir el dinero necesario para adquirir insumos y herramientas para lo que aprenden y realizan en los talleres 1, 2 y 3 de la carrera.
Con orgullo, caminaban por el pasillo del tercer piso de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), en el Campus Resistencia de la UNNE, dos estudiantes de primer año de la carrera Diseño Industrial. Lucían atractivos delantales de trabajo, hechos por sus propias manos, con insumos locales y con un anhelo: el de conformar una cooperativa que les permita generar ingresos necesarios para más insumos y herramientas que utilizan en clases para aprender y formarse.
Volvieron pronto al aula, con el mismo entusiasmo que se veía en sus compañeros y compañeras que trabajaban en grupos, en la clase de “Diseño Industrial 1”, que todos llaman Taller 1.
Sobre las mesas se creaban más delantales. Restos de denim chaqueño y cuero de la curtiembre “La Hermida S. A.” que gentilmente donó dos piezas de cuero enteras, daban forma al trabajo práctico. Y también al sueño.
El espíritu cooperativo ya estaba. “Reinó durante todo el proceso de aprendizaje y trabajo”, asegura orgullosa la profesora titular, Diseñadora Industrial, Constanza Lorenzo.
Quién sabía coser enseñaba a sus compañeros/as, “y el que no sabía, aprendió y después terminó enseñando a los otros”, agregó el otro docente de la cátedra, Diseñador industrial, Leandro Romero.
El TP incluso movilizó sentimientos, como en la estudiante que recordó a su abuela, a quién veía -cuando era niña- siempre con su máquina de coser.
“Fue emocionante verlos trabajar, ver cómo quienes al principio quizás no se engancharon tanto con la parte de costura, sin que nadie le pida, tuvieron la iniciativa y trajeron una planchas de sus casas y se pusieron a planchar los delantales de todos. Otros trajeron parlantes, tizas para marcar la tela, remachadoras, punzones, sacabocados y así”, contaron los profes.
Aprendizaje
“Los delantales de trabajo los hicimos para que ellos puedan experimentar el proceso de diseño. Desde tomar las medidas del cuerpo humano, trasladar el dibujo a la moldería de papel madera con las medidas correspondientes de cada cuerpo, luego pasar la moldería y marcar la tela denim, el descarte que fue comprado por los estudiantes y acompañado de la gestión de los profes para retirar los bolsones de tela”, explicó Constanza.
Los 120 alumnos “marcaban, cortaban, cosían en grupo en diferentes máquinas familiares de costura que trajeron al aula”, agregó en diálogo con UNNE Medios, mientras los chicos trabajaban en clase. “Luego se realizaron las perforaciones y corte en cuero”, agregó sobre el proceso de trabajo con fines académicos.
Pero además del aprendizaje, el delantal tiene como objetivo que los y las estudiantes “lo tengan a futuro para trabajar en el taller de Diseño con el maquetado y diferentes materiales”. Por eso fue pensado y diseñado con portaherramientas y bolsillo.
De Shein y Temu a una cooperativa
La idea de hacer su propio delantal de trabajo para la facultad, cobró fuerza también tras un debate que surgió en una clase, sobre el fenómeno que se vive con las plataformas de compra de ropa a precios más bajos, como Shein, Temu, entre otras.
“Fue una charla y debate muy enriquecedor y alentador”, coincidieron los profes. “Pudieron ver como es el proceso de confección de indumentaria, todo el trabajo que hay detrás de cada prenda que alguien compra, quienes lo hacen, cómo, y las condiciones laborales”, agregaron.
Fue una oportunidad ideal también para ver el documental “Made in Bangladesh”, y “tomar conciencia de todo lo que implica comprar ropa, más aún barata, y descartarla muchas veces con facilidad”.
“Allí los chicos dijeron si queríamos hacer nosotros mismos nuestros delantales, y nos pusimos manos a la obra”, recuerda Constanza.
Y en cuanto a los insumos, surgió otra charla con una decisión clara: “apostar a lo local”. Así, y gracias a la profesora, Diseñadora de Indumentaria, Verónica Plutt quién a partir de su emprendimiento tiene conocimiento y contactos en el rubro; consiguieron restos de telas de jean chaqueña “y pusieron entre todos para comprarlas”. Con la solidaridad siempre reinante. Aquellos que no tenían el dinero para comprar, también tuvieron los retazos de denim sobre la mesa, el día que debían trabajarlo.
“La idea era vincular con la producción regional y los distintos actores del sector”, aseguró Constanza.
Eso fue también lo que llevó a pensar en la cooperativa. Es que al ver que necesitaban comprar materiales, y por ende contar con recursos económicos, pensaron en cómo lograrlos sin depender ni afectar sus propias economías, de por sí ya condicionadas por la realidad económica nacional. Y teniendo en cuenta también la situación de las universidades que siguen funcionando con presupuesto prorrogado y sin garantías de uno actualizado.
Pero además, ya durante el proceso y naturalmente, “se generó espíritu de cooperativa entre los y las estudiantes”, aseguran Constanza y Leandro.
La idea fue elevada al Director de la carrera, quién ve con agrado la iniciativa. Ahora, restará evaluar las formas legales, trámites y el proceso que demanda la constitución de una cooperativa.
“Quizás la figura legal sea otra, una fundación, asociación. Pero el espíritu seguirá siendo cooperativo”, coincidieron los profes, entusiasmados con la posibilidad de que sus actuales y futuros estudiantes puedan no solo confeccionar sus propios delantales, sino también venderlos para poder comprar insumos y herramientas para los trabajos en los Talleres 1, 2 y 3 de la carrera con cuyos docentes trabajan en sintonía. “O incluso ofrecer el servicio para ferias, empresas”, sueñan.