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Desarrollan mapa que muestra el impacto de los asentamientos informales en laguna urbana de Resistencia

En la Laguna Francia de la ciudad de Resistencia se observa una fuerte intervención humana que ha dado lugar a contaminación, a propagación de enfermedades y a la reducción considerable de la biodiversidad nativa chaqueña.

Combinando imágenes satelitales y trabajo de campo, una estudiante de Licenciatura en Geografía analiza cómo la variabilidad climática y la dinámica poblacional afectan a la Laguna Francia de la ciudad de Resistencia. Los resultados de este trabajo podrían generar herramientas para una mejor planificación y ordenamiento territorial en la ciudad.

Camila Prieto, estudiante de la Licenciatura en Geografía de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), lleva adelante un estudio sobre el «Impacto de la variabilidad climática y las intervenciones humanas en las lagunas de Chaco», enfocándose específicamente en la Laguna Francia de Resistencia.

Su trabajo, respaldado por una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN), analiza un problema que afecta no solo a la capital chaqueña, sino a múltiples ciudades que crecen sobre humedales.

La Laguna Francia representa un ambiente de contradicciones urbanas. Por un lado, constituye uno de los espacios recreativos más significativos de Resistencia, un refugio de biodiversidad en medio del tejido urbano. Por otro, sus riberas albergan asentamientos informales que, en épocas de abundantes precipitaciones, quedan expuestos a inundaciones que generan pérdidas económicas y problemas socioambientales.

«Durante los eventos de sequía, las lagunas reducen su superficie y algunas partes quedan descubiertas, siendo posteriormente ocupadas por asentamientos poblacionales sin ningún tipo de planificación», explica la investigación dirigida por la doctora Claudia Verónica Gómez, docente de la Cátedra Hidrografía Marina y Continental de las carreras del Profesorado y Licenciatura en Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE, junto con la co-dirección del licenciado Pedro Blanco, becario doctoral del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA/UBA-CONICET).

Este patrón de ocupación territorial responde a una lógica que ignora los ciclos naturales del agua. Cuando llegan las lluvias intensas, las lagunas recuperan su extensión original, expandiéndose sobre áreas que ahora están habitadas, generando un problema permanente entre las dinámicas naturales y el crecimiento urbano.

La doctora Claudia Verónica Gómez junto a la becaria Camila Prieto analizan las intervenciones climáticas y humanas en lagunas urbanas.

El caso de Resistencia no es aislado. En el ejido urbano de la capital chaqueña se localizan alrededor de 21 lagunas pertenecientes a los sistemas hidrográficos de los ríos Negro y Arazá. Estos cuerpos de agua funcionan como reservorios naturales que, en épocas de crecidas, constituyen los únicos lugares donde puede almacenarse el agua de los excedentes de precipitación y del desbordamiento de los ríos.

La provincia del Chaco, caracterizada por una riqueza hidrológica «abundante, diversa e inigualable a nivel nacional e internacional», enfrenta el desafío de gestionar esta abundancia en un contexto de crecimiento demográfico acelerado. Su territorio cuenta con numerosos ríos interconectados y múltiples cuerpos de agua como lagunas, esteros y cañadas, cuyas dimensiones varían según factores geomorfológicos y climáticos.

La metodología propuesta por Prieto combina técnicas cuantitativas y cualitativas que ofrecen una visión integral del problema. La investigación se desarrollará en cuatro etapas: primero, el estudio de la variabilidad natural del clima utilizando datos de temperatura y precipitación para el período 2000-2023; segundo, el análisis de las intervenciones humanas mediante trabajo de campo y observación no participante; tercero, la evaluación de alteraciones ambientales a través de entrevistas semiestructuradas y encuestas a pobladores ribereños; y finalmente, la determinación de áreas con alteraciones ambientales mediante las técnicas de Biograma y Puntaje Z.

El objetivo de la investigación es obtener una cartografía que muestre el nivel de alteración ambiental y el estado de la laguna para contribuir a un correcto ordenamiento territorial. Esta herramienta podría prevenir «inconvenientes en el futuro cercano relacionados a las inundaciones y anegamientos, así como pérdidas económicas y en la biodiversidad», según destaca la investigación.

El objetivo de la investigación es obtener una cartografía que muestre el nivel de alteración ambiental y el estado de la laguna para contribuir a un correcto ordenamiento territorial.

La becaria parte de una hipótesis que conecta lo local con fenómenos globales: las lagunas de Chaco, y particularmente la Laguna Francia, han experimentado cambios significativos en sus características morfométricas y ambientales debido tanto a la variabilidad natural del clima como a las intervenciones humanas a través del desarrollo de asentamientos informales y actividades no planificadas.

Los resultados de esta investigación podrían convertirse en herramientas de política pública. Como señala la doctora Gómez, «una descripción holística e integradora de las condiciones en las que se encuentran las lagunas permitiría desarrollar políticas más acertadas de ordenamiento del espacio urbano».

En las riberas de la Laguna Francia, donde se observa «una fuerte intervención humana que ha dado lugar a problemas socioambientales como la contaminación, la propagación de enfermedades, las pérdidas económicas en épocas de crecidas y la reducción considerable de la biodiversidad nativa chaqueña», la investigación de la becaria podría ofrecer respuestas a desafíos que enfrentan múltiples ciudades del país.