El Herbario CTES, integrado al Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE-CONICET), fue creado por el Ing. Agr. Antonio Krapovickas y la Dra. Carmen L. Cristóbal en 1965, quienes tenían el deseo de armar una guía fotográfica sobre la naturaleza de Corrientes y terminaron conformando un espacio que posibilitó documentar y estudiar sistemáticamente la rica diversidad vegetal de Corrientes y la región. «Cumplimos 60 años, siendo uno de los herbarios más importantes de Latinoamérica, con renovados objetivos, pero siempre con el desafío puesto en conservar nuestra biodiversidad», destacan quienes actualmente integran este refugio de biodiversidad.
Con sede en el Campus Sargento Cabral de la UNNE en la ciudad de Corrientes, el Herbario CTES, reúne cerca de 500.000 ejemplares de plantas vasculares, colección a la que se suman además 55.000 ejemplares de líquenes, 10.000 de hongos y 2400 de briófitos. La colección de Líquenes es la más importante del país.
Además de la numerosa cantidad de ejemplares en custodia, se destaca también por la invaluable calidad de sus registros, que son representativos de la flora del norte argentino y de los ambientes tropicales sudamericanos, y también de ejemplares botánicos de interés de otras partes del mundo.
El herbario es la base de diversos programas de investigación, fuente permanente de información y de consulta, y demás es un sostén importante en las actividades del Instituto de Botánica del Nordeste “IBONE”, centro científico al que pertenece.
Consolidado como el tercer herbario argentino en cantidad de muestras botánicas custodiadas y entre los más importantes de Sudamérica, este año, el Herbario CTES celebra su 60 aniversario, en una línea del tiempo en la que exhibió siempre un horizonte claro de aportar al conocimiento de la biodiversidad y a su conservación, por medio del trabajo con compromiso y excelencia.
Si bien no hay una fecha precisa de la creación en cuanto al día y mes, en 1965 empezó a funcionar este herbario que está cumpliendo 60 años, que fue creciendo progresivamente, y hoy mantiene un prestigio gracias al aporte de muchas personas.
Pero si bien actualmente el Herbario CTES es una institución de referencia nacional e internacional, los inicios estuvieron marcados por el esfuerzo, la constancia y la dedicación de quienes transitaron esos primeros años, y principalmente por la mirada visionaria de sus promotores y fundadores: el Ing. Agr. Antonio Krapovickas, y la Dra. Carmen L. Cristóbal.
«Una de nuestras primeras fantasías al llegar a Corrientes en los años sesenta, fue dotar al viajero observador de la naturaleza, de una guía con registros fotográficos, como las que suelen tener muchos lugares del mundo. En cambio, la realidad nos presentó la prioridad de organizar un lugar con el material humano y la infraestructura necesaria para documentar y estudiar sistemáticamente la rica diversidad vegetal que nos rodeaba y que nos había cautivado».
Con esa frase, escrita en el año 2002 en el Prólogo del libro «Flora del Iberá», el Ing. Krapovickas y la Dra. Cristóbal, fallecidos en 2015 y 2019 respectivamente, se refirieron a los primeros pasos para la conformación del Herbario CTES.
Sobre esos inicios, otra referente de la botánica regional, la Dra. María Mercedes Arbo, en un obituario sobre la Dra. Cristóbal, había rememorado que «en 1965 el Herbario no existía, solamente había una estantería que albergaba las carpetas con los duplicados de las últimas colecciones de Krapovickas. Con una biblioteca reducida y con escaso equipamiento, limitado a dos microscopios Wild M20, no había muchas alternativas; así los primeros becarios desarrollaron temas de Anatomía Vegetal, Palinología y Citología, que se podían llevar a cabo básicamente con microscopios».
En la misma línea agregó que «la creación del Herbario era una prioridad para Krapovickas y «Carmeta” (como se la llamaba familiarmente). Tenían clarísimo el significado del Herbario y de su valor indeclinable».
Así, la etapa inicial del Herbario, en las voces de sus primeros integrantes, avanzó casi en paralelo a la consolidación de los estudios sistemáticos de botánica en la región nordeste. Incluso la existencia del Herbario fue la base sólida que luego daría, hacia el año 1977, nacimiento al Instituto de Botánica del Nordeste.
Datos del Herbario.
El “Herbario del IBONE”, como también es conocido, ubicado en el Campus Sargento Cabral de la UNNE en la ciudad de Corrientes, ocupa una superficie de 434 m2 dividida en dos pisos, y el material se encuentra ordenado taxonómicamente en 232 armarios metálicos guardaherbario.
La colección personal del Ing. Krapovickas, fundador del IBONE, fue la base del herbario, al que luego se incorporaron otras colecciones importantes como las de Don Augusto Schulz, Ing. Romeo Carnevali y Dr. Troels Myndel Pedersen. La última colección documenta el Inventario Florístico del Parque Nacional Mburucuyá, realizado por el mismo Dr. Pedersen, antes de entregar el predio a la Administración de Parques Nacionales. El herbario alberga además los ejemplares testigo de la Flora del Iberá, publicada en 2002.
Una buena parte de los ejemplares del Herbario provienen del norte de Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil. El programa de canje comenzó en 1969, con el envío de duplicados a herbarios argentinos y de otros países de América, Europa y Australia. Gracias al canje el Herbario cuenta con valiosos ejemplares de distintos lugares del mundo.
El incremento promedio anual de ejemplares en los últimos años, es de 3500 ejemplares por año y se inició el proceso de digitalización de los ejemplares, lo que llevó a la conformación del herbario virtual (http://ibone.unne.edu.ar/herbariovirtual/).
Mantiene publicados dos conjuntos de datos en el portal del GBIF, sumando más de 42.000 registros biológicos y acumulando más de 600 citas académicas a sus datasets. A través del portal del herbario virtual, los usuarios pueden acceder a más de 152.000 registros de ejemplares digitalizados, con más de 2.500 imágenes asociadas, fortaleciendo el acceso abierto al conocimiento sobre la diversidad vegetal de la región.
Una cualidad del herbario es que la mayor parte de sus colecciones son recientes, a diferencia de los herbarios más grandes del mundo cuya parte principal son registros históricos.
Se conservan los ejemplares voucher de los estudios taxonómicos, genéticos, fitotécnicos, morfo-anatómicos y palinológicos realizados por el personal científico-técnico del IBONE y de otras instituciones.
El 22 de marzo de 2013 en un acto académico organizado por el IBONE y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, se impuso al Herbario CTES el nombre “Dra. Carmen L. Cristóbal”, merecido reconocimiento a quien fuera su primera Curadora.
El logo del Herbario es una lámina publicada en 1847 por Alcide D’Orbigny en su obra “Voyage dans l’Amerique Méridionale”, en la que están representadas tres palmeras que crecen en Corrientes: Butia yatay, yatay; Syagrus romanzoffiana, pindó y Copernicia alba, caranday. Se trata de una ilustración donde están representadas tres especies (palmeras) propias de la flora correntina, la cual siempre fue muy apreciada por el Ing. Antonio Krapovickas.
Mucho por Celebrar.
En diálogo con UNNE Medios la Dra. Myriam Carolina Peichoto reiteró la satisfacción de que el Herbario CTES cumpla 60 años de vida institucional, y observar que sigue creciendo y aportando a los fines sustantivos de quienes lo fundaron y de quienes formaron parte del mismo a lo largo de los años, que es custodiar de la diversidad vegetal y favorecer estudios sistemáticos que ayuden a poner en valor y preservar esa diversidad.
La actual curadora del herbario mencionó algunos desafíos actuales de la institución, en tiempos muy distintos a los 60 años atrás cuando fue gestado, marcados por avances tecnológicos, nuevas necesidades en materia de conservación y nuevas realidades de las disciplinas afines a la botánica.
“El aniversario del Herbario CTES nos encuentra atravesando desafíos propios del contexto actual, pero con un fuerte compromiso institucional, de investigadores y del personal del herbario, por continuar la labor de quienes nos precedieron. Trabajando con una firme convicción, para que la comunidad pueda conocer y valorar el patrimonio que conserva el herbario, destacando su relevancia en ámbitos como la investigación, la educación, la conservación de la biodiversidad”, señaló.
Sostuvo que celebran estos 60 años del herbario con la reciente adjudicación de un proyecto presentado en la convocatoria CONICET, Fundación Bunge & Born y Fundación Williams, bajo la temática “Preservación, recuperación y digitalización de colecciones de interés científico de Argentina”.
La propuesta presentada desde el IBONE, por el equipo del Herbario CTES e investigadores del área taxonomía, titulado “Digitalización y sistematización de las colecciones biológicas del herbario CTES para el desarrollo del Inventario de la Flora de Corrientes” permitirá concretar la entrega de un Catálogo de la flora de la provincia de Corrientes, una iniciativa en desarrollo desde 2024, y ampliar la colección digital del herbario.
“Se trata de un paso fundamental para la conservación del patrimonio botánico regional, promoviendo su accesibilidad y la visibilidad de la flora provincial”, concluyó.