PARTICIPACION DE CECOAL
Logran novedosos aportes para la comprensión paleoambiental de la región ecuatorial de Pangea en el Triásico Tardío

Un estudio del Instituto y Museo de Ciencias Naturales (UNSJ) y el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (UNNE-CONICET) realizó un análisis sedimentológico y paleontológico detallado en registros sedimentarios de los Andes del Norte, Colombia, que posibilitó identificar para el Triásico Tardío, hace aproximadamente 215 millones de años, una separación entre la flora y la fauna del sur de Gondwana y la del norte de Gondwana y Laurasia. “El estudio contribuye a cubrir lagunas existentes en la comprensión de las condiciones paleoambientales dentro del cinturón paleoecuatorial de Pangea”, explican.

Durante el Triásico Tardío, que abarca desde hace aproximadamente 237 hasta 201 millones de años atrás, cuando aún estaba formada la vasta masa continental del supercontinente Pangea, gran parte de su interior presentaba condiciones áridas, y, sin embargo, prevalecieron climas más húmedos en la franja ecuatorial, así como en latitudes altas.

Estas condiciones globales, sumado a los altos niveles de CO 2 atmosférico, fueron responsables de que los registros sedimentarios lacustres fueran altamente sensibles a los cambios en la insolación impulsados ​​por los ciclos astronómicos, así como a las variaciones climáticas debidas a los cambios latitudinales impulsados ​​por la deriva continental.

Por esta razón, las facies sensibles al clima de los depósitos lacustres los convierten en una herramienta invaluable para interpretar las variaciones ambientales en Pangea durante ese periodo.

En ese sentido, recientemente, en la prestigiosa revista internacional “Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology” (Elsevier) se presentaron los resultados de un proyecto de reconstrucción paleoambiental de las formaciones Bocas y Montebel, en la Cordillera Oriental de Colombia, considerando su potencial para abordar “vacíos”; existentes en la comprensión de las condiciones paleoambientales dentro de la franja ecuatorial de Pangea.

“La evidencia paleontológica de diversos grupos fósiles indica que la paleofauna y la paleoflora del noroeste de Gondwana, dentro del cinturón paleoecuatorial, estaban emparentadas con las cuencas laurásicas de Norteamérica y Europa durante el Noriense medio. Actualmente, no existe evidencia que respalde la presencia de elementos paleontológicos distintivos del sur de Gondwana dentro de la sucesión del Triásico Superior de Colombia”, se destaca en la publicación.

El estudio estuvo coordinado por investigadores del Instituto y Museo de Ciencias Naturales (“CIGEBIO” – Universidad Nacional de San Juan); del “Grupo Paleontología y Paleoambientes Continentales Fanerozoicos”, del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (UNNE-CONICET); y de las asignaturas “Geología Histórica”, “Paleoinvertebrados” y “Micropaleontología” de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE.

Además, se contó con la colaboración de investigadores del Instituto de Geociencias Básicas, Aplicadas y Ambientales de Buenos Aires (IGEBA-CONICET- UBA), Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), Departamento de Biología de la UNSL, Servicio Geológico Colombiano, y de INCLAY Geología Especializada de Colombia.

En diálogo con UNNE Medios, el geólogo Carlos M. Alarcón (CIGEBIO) y el Dr. Oscar Florencio Gallego (CECOAL y FaCENA), autores principales del estudio junto a Carina Colombi, Juan Drovandi y Mateo D. Monferran, se refirieron a la importancia del estudio realizado.

Destacaron la satisfacción de que la investigación no sólo permitiera caracterizar a las formaciones estudiadas de la Cordillera Oriental de Colombia, sino que se pudieron concretar aportes relevantes para la ciencia en cuanto a la comprensión general de la región ecuatorial occidental de Pangea.

El geólogo Carlos Mario Alarcón durante trabajos de campo en Colombia.

Principales Aportes

“Pudimos hacer una reconstrucción paleoambiental completa de lo que hubiese sido el Triásico Superior de Colombia, cómo eran los ambientes y cuáles eran los organismos que habitaban en esa zona, y eso nos llevó a nuevas interpretaciones sobre la flora y fauna fósil de esta región paleoecuatoria”, señaló el geólogo Alarcón, graduado de la Universidad Industrial de Santander (UIS) de Colombia.

Alarcón pertenece al CIGEBIO de San Juan como asiento principal de trabajo, pero también colabora con el CECOAL ya que desde el año 2018, mientras desarrollaba su trabajo final de Geología, fue asesorado por el grupo de investigación a cargo del Dr. Gallego.

Para comprender la implicancia de los resultados, detalló que las formaciones estudiadas de la Cordillera Oriental de Colombia pertenecieron a la zona norte de Gondwana, el bloque continental del hemisferio sur. Pero la fauna y flora de estas formaciones presentan más afinidades con la región de Laurasia (hemisferio norte).

Al respecto, indicó que los factores que contribuyeron a esta separación justifican una mayor investigación, no obstante, plantean la hipótesis de que en el interior de los continentes había zonas desérticas y eso pudo haber actuado como una barrera que impedía que los organismos pudieran mezclarse entre continentes.

El geólogo Carlos Mario Alarcón junto a su colega Carina Colombi.

Algunos Resultados

Según se detalla en el estudio, el análisis estratigráfico, sedimentológico y paleontológico exhaustivo de estas formaciones reveló fluctuaciones en el nivel de los lagos.

El análisis de facies demuestra la presencia de sub-ambientes de lagos profundos, lagos someros de aguas abiertas, deltas litorales de pequeña escala, ciénagas y pantanos marginales, lo que indica períodos de expansión y contracción lacustre.

Estas características sedimentarias son consistentes con el complejo lacustre de tipo Richmond, definido para los registros lacustres de baja paleolatitud de las cuencas del Mesozoico temprano de Norteamérica.

Además, se reportó la presencia de conjuntos fósiles de plantas en las formaciones Bocas y Montebel, incluyendo Podozamites sp., Pagiophyllum sp., Brachyphyllum sp., Otozamites sp., Zamites sp., Pecopteris sp. y Coniopteris sp. Asimismo, se identificaron fósiles de camarones almeja (conchostracos) y vertebrados (peces actinopterigios y posibles fitosaurios) típicos de las sucesiones del Triásico Superior en Norteamérica y Europa.

En la Formación Montebel se constató la primera aparición conocida de posibles fitosaurios en el norte de Sudamérica, que son tetrápodos distribuidos principalmente en las cuencas laurasicas.

“La presencia de esta flora y fauna proporciona evidencia convincente de fuertes afinidades paleobiogeográficas, lo que sugiere una influencia faunística de Laurasia en el noroeste de Gondwana y la ausencia de una fauna y flora típicas del sur de Gondwana para esta región paleoecuatorial de Pangea”, se concluye en el estudio.

 

 

Perspectivas

Desde el equipo del CECOAL y el CIGEBIO indicaron que los resultados obtenidos abren nuevos horizontes de estudio en la interpretación del porqué de la diferenciación de la flora y fauna entre el sur de Gondwana y el norte de Gondwana y Laurasia, incrementando así nuestro conocimiento sobre la biota y su ambiente en el pasado de la región norte de América del Sur.

Reiteraron que previo al estudio realizado, no existía evidencia que respaldara la presencia de elementos paleontológicos distintivos del sur de Gondwana dentro de la sucesión del Triásico Superior de Colombia.

“Aparte de los resultados científicos, debemos destacar la importancia de las interacciones entre los grupos de investigación apoyando a jóvenes profesionales de América Latina, como es el caso del geólogo Carlos M. Alarcón, quien aportó con su esfuerzo todos los datos logrados a través de numerosos y dificultosos trabajos de campo realizados en Colombia desde que era aún un alumno de grado”, concluyó el Dr. Gallego.