GESTIÓN ACADÉMICA
Con el desafío de potenciar la formación, la UNNE inició el proceso de implementar los créditos académicos

 

La Universidad Nacional del Nordeste comenzó el trabajo para adaptar sus carreras al Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios (SACAU), y en ese marco, abrió la etapa de «sensibilización» sobre la temática, con conferencias a cargo de la especialista en política educativa y miembro de la CONEAU, PhD. Mónica Marquina. “Los créditos no deben ser el fin, sino un medio para hacer planes de estudio más reales y más flexibles, con foco en las trayectorias estudiantiles”,destacó.

Por medio de dos conferencias realizadas este jueves en el Aula Magna del Campus Resistencia de la UNNE, ambas con capacidad colmada y público siguiendo on line, la docente e investigadora PhD. Mónica Marquina compartió su saber y experiencia sobre los créditos académicos y microcredenciales.

Las conferencias formaron parte de la puesta en marcha del «Proyecto institucional de integración de Créditos Académicos Universitarios para la Transformación Curricular de UNNE».

“Estamos iniciando un camino para dar cumplimiento, a partir de 2027, al sistema de créditos en todo el sistema universitario nacional, un objetivo largamente esperado”, destacó el Rector de la UNNE, Dr. Omar Larroza.

Indicó que desde la UNNE se consideró pertinente contar con un tiempo de “reflexión institucional”, de manera participativa, que permita iniciar el trabajo necesario para lograr una implementación de los créditos que represente una real mejora de la calidad académica.

El rector de la UNNE, Omar Larroza agradeció a la especialista y miembro de la Coneau, Mónica Marquina; así como a los miembros de la comunidad UNNE que participaron activamente de sus charlas.
El rector de la UNNE, Omar Larroza agradeció a la especialista y miembro de la Coneau, Mónica Marquina; así como a los miembros de la comunidad UNNE que participaron activamente de sus charlas.

Por su parte, la Dra. Patricia Demuth Mercado, Secretaria General Académica de la UNNE, señaló que la actividad forma parte de una instancia de sensibilización sobre la temática, pero a su vez representa los primeros pasos para avanzar en la adaptación de los planes de estudio al sistema SACAU, objetivo que se espera posibilite “una transformación curricular de la UNNE”.

La PhD. Mónica Marquina agradeció la invitación, destacó la gran convocatoria y expuso la importancia de reflexionar sobre cuestiones relacionadas a la transformación educativa.

Créditos Académicos

En una de sus charlas, «El sistema argentino de créditos universitarios, una oportunidad para la transformación curricular», la disertante invitada se explayó sobre pormenores del trabajo necesario para la implementación de los créditos académicos, pero en particular de los desafíos y oportunidades que representan.

“La implementación de los créditos académicos no es una decisión de un gobierno o de una política, sino que es una decisión del sistema universitario, por lo cual se parte de la premisa de que hay un consenso de avanzar en este camino”, remarcó.

"Introducción a las Microcredenciales Académicas y su relación con la educación a Distancia" y "El sistema argentino de créditos universitarios, una oportunidad para la transformación curricular", fueron los títulos de las dos conferencias que la PhD. Mónica Marquina brindó en la UNNE.
«Introducción a las Microcredenciales Académicas y su relación con la educación a Distancia» y «El sistema argentino de créditos universitarios, una oportunidad para la transformación curricular», fueron los títulos de las dos conferencias que la PhD. Mónica Marquina brindó en la UNNE.

Ante ello, sostuvo que se puede tomar el camino de hacer una «traducción» a crédito de toda la oferta académica actual, rápidamente, o se puede elegir otro camino más complejo que implica hacer algo que está pendiente, y que es una discusión más profunda “sobre cómo pensamos nuestras carreras, como se la brindamos a nuestros estudiantes para que puedan hacer una trayectoria que coincida con lo que dicen los papeles, que es uno de los objetivos principales de la nueva normativa”.

Al respecto, opinó que el camino adecuado “es plantearnos cómo hacemos para que nuestros planes de estudios se puedan usar de una manera realista. Hay planes que dicen que duran una cierta cantidad de años, pero en la práctica duran mucho más”.

Detalló que otro objetivo es cómo flexibilizar la trayectoria de los estudiantes, que buscan caminos de formación cada vez más flexibles, y que “también para ello el sistema de créditos, puede ser útil”.

Los créditos como herramientas

En su conferencia, propuso trabajar cinco puntos, el primero de ellos referido a para qué sirven los créditos académicos y qué concepciones subyacen en este modelo. “Es una herramienta que facilita el cálculo en horas del tiempo de formación de un/a estudiante para acreditar resultados de aprendizaje. Es un tiempo total de trabajo de los estudiantes para cumplir lo que le pedimos, el crédito contemplaría todo el tiempo, no sólo el del aula”, explicó.

Señaló que los créditos representan para la Universidad una herramienta para planificar su oferta formativa y acordar reconocimientos de estudios académicos, «pero principalmente le sirve al estudiante para organizar y acumular de manera objetiva su aprendizaje en el marco de una trayectoria de formación con reconocimiento”.

“El sistema de créditos se asocia a un modelo pedagógico centrado en el estudiante y a un currículum flexible, pero incorporar sistemas de créditos en planes rígidos centrados sólo en horas de clase frente a docentes no aporta valor agregado a la situación actual y sólo resulta en más burocracia”, dijo no obstante.

“El sistema de créditos se asocia a un modelo pedagógico centrado en el estudiante y a un currículum flexible, pero incorporar sistemas de créditos en planes rígidos centrados sólo en horas de clase frente a docentes no aporta valor agregado a la situación actual y sólo resulta en más burocracia”.

Así, añadió que los créditos pueden ser un medio para lograr diseños curriculares abiertos, con opciones de asignaturas, opciones de recorridos, alternativas de otros aprendizajes, que potencien la riqueza de la formación.

Modelo Europeo

La conferencista expuso luego sobre los diversos modelos de créditos implementados en el mundo, pero se explayó sobre el modelo europea que se asemeja a lo que se busca implementar en Argentina.

Explicó que en dicho modelo 1 crédito es igual a 25 a 30 horas de trabajo del estudiante que incluye horas frente al docente, tutorías, trabajos, prácticas, proyectos, preparación y realización de exámenes, entre otras actividades, y 60 créditos representa es un año académico.

Ejemplificó que un bachillerato, similar a las licenciaturas en Argentina, en Europa requiere de 180 a 240 créditos, es decir de 3 a 4 años. Una Maestría de 60 a 120 créditos, 1-2 años, y una tesis doctoral de 3 a 4 años.

Con gran participación, ambas conferencias se realizaron en el Aula Magna del Campus Resistencia de la UNNE, y se transmitieron por el canal de youtube de la universidad.
Con gran participación, ambas conferencias se realizaron en el Aula Magna del Campus Resistencia de la UNNE, y se transmitieron por el canal de youtube de la universidad.

 

“¿El problema es acortar las carreras o hacer que los planes de estudio sean realistas? los créditos pueden ayudar, aunque no es su objetivo principal”, señaló.

Marquina expresó que “el gran desafío es cómo hacer para que nuestros planes de estudio tengan 60 CRE anuales”, y añadió que la mayoría de los planes de estudios actuales en el país tienen una carga horaria muy por encima de ese valor.

Sobre el proceso de implementación de los créditos, la especialista presentó una serie de casos de aplicación, para exponer sobre algunos aspectos del trabajo a realizar.

Una Gran Oportunidad

“Hay un gran trabajo por hacer, no son meros cálculos de traspasar los planes actuales a créditos”, reiteró. Indicó que para el sistema universitario se abre la oportunidad de “ir más allá de tratar de acomodar lo que hoy existe” y avanzar en el real objetivo de revisar planes de estudio para hacerlos más reales y más flexibles, con foco en las trayectorias estudiantiles.

Manifestó que tampoco el objetivo debe ser el acortamiento de carreras en años, sino promover reconocimientos de estudios entre instituciones del país y del exterior, en base a un robusto sistema de créditos acordado y legitimado.

“¿El problema es acortar las carreras o hacer que los planes de estudio sean realistas? los créditos pueden ayudar, aunque no es su objetivo principal”.

“Si no hacemos esto, el trabajo no servirá de nada, será sólo una forma de cumplir, y en cinco años nos volveremos a reunir con los mismos problemas», aseveró.

“Lo principal es lograr estudiantes satisfechos de que se reconozca lo aprendido y el tiempo que dedican para ello”, concluyó.

MICROCREDENCIALES ACADÉMICAS

“Introducción a las Microcredenciales Académicas y su relación con la educación a Distancia”, fue el título de la primera ponencia que tuvo lugar a las 11 horas en el Aula Magna del Campus Resistencia de la UNNE, también transmitida por el canal de Youtube de la Universidad.

Allí, la investigadora reflexionó sobre ¿por qué están en auge las microcredenciales?, su necesidad en un mundo de avances tecnológicos y creciente y cambiante demanda del mercado laboral; sus beneficios y conveniencia; así como las posibilidades de implementación y el clave rol de las universidades.

Para explicar el crecimiento de las MA, Marquina señaló varias razones: primero, “la brecha entre la educación superior y el mundo del trabajo. Pese a que las universidades están hechas para formar profesionales”.

Se refirió así a las demandas y necesidades cambiantes del mundo del trabajo, “nichos que necesitan cubrirse con urgencia” y otros que “empiezan a desaparecer”.

La conferencista destacó la gran convocatoria que evidencia el interés y compromiso de autoridades, docentes, investigadores y la comunidad UNNE toda.
La conferencista destacó la gran convocatoria que evidencia el interés y compromiso de autoridades, docentes, investigadores y la comunidad UNNE toda.

“Cambia la composición de la fuerza laboral, y ese contexto cambiante necesita de una rapidez tal que desde las instituciones cuesta atender”, dijo. “No es que estemos haciendo mal las cosas”, aclaró y amplió sobre el vertiginoso ritmo de avance del mundo y los tiempos institucionales.

Otra de las razones que Marquina mencionó para explicar el auge de las microcredenciales académicas, fue la existencia de grupos minoritarios que necesitan y demandan ofertas de capacitación específicas, adaptadas a sus particularidades. Grupos como adultos mayores, indígenas, migrantes, jóvenes que dejan sus estudios superiores o mujeres que no pueden seguir una carrera universitaria o deben abandonarla por abocarse a tareas de cuidado “que además resulta que no están reconocidas ni validadas”.

“Estas minorías que quedan en el camino, no es que deciden no estudiar más, siguen aprendiendo pero por otros carriles, otras formas, no reconocidas”, aseguró Marquina y comentó sobre la importancia de ver cómo validar esos aprendizajes, de modo tal que sirvan para el ingreso al mundo laboral.

“Estas minorías que quedan en el camino, no es que deciden no estudiar más, siguen aprendiendo pero por otros carriles, otras formas, no reconocidas”.

Habló allí de las “rutas de aprendizajes flexibles”, y el rol clave que allí tienen las universidades. En ese marco cobran valor las microcredenciales. Tras el crecimiento de ofertas de cursos cortos y diversas propuestas formales e informales, “sobre todo después de la pandemia”, comentó sobre el trabajo que se realiza a nivel sistema de educación superior, para validar estas propuestas.

Fines y usos de microcredenciales

La especialista en política educativa se refirió luego al “¿para qué?” de las microcredenciales académicas. “Para el desarrollo profesional, de jóvenes y no tanto que necesitan capacitaciones certificadas para el mercado laboral; para el desarrollo personal y social: aprendizaje por interés, involucramiento social, ocio, etc.; y para el reconocimiento de aprendizajes previos, en otros contextos (formales o no informales), de actividades hoy no certificadas, por ejemplo, las tareas de cuidado”, enumeró.

Las conferencias incluyeron un tiempo para las preguntas y el intercambio con las personas presentes.
Las conferencias incluyeron un tiempo para las preguntas y el intercambio con las personas presentes.

Mencionó también Marquina los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y puntualizó en el 16 que refiere a “instituciones sólidas” y el 17 («alianzas para los objetivos»). En ese marco, resaltó que “no hay un único actor en el ecosistema de microcredenciales”. Los enumeró y ubicó a las universidades como proveedores, aunque también podrían ser controladoras (que garantizan la calidad) o estar entre los organismos que certifican las MA.

“La Universidad ya no tiene el monopolio (de las ofertas académicas)”, dijo y alentó las alianzas estratégicas: “hay que formar redes interinstitucionales, con otras universidades preocupadas por lo mismo; articular con el mundo socioproductivo, tenerlos como aliados. Ellos nos dicen que se está necesitando hoy y nosotros podemos decirle cómo achicar esa brecha”, agregó y valoró entonces el prestigio de las instituciones de educación superior.