HISTORIA DE VIDA EN LA UNIVERSIDAD
Daniela Sasovsky Vatoff, una científica y deportista que ganó el Reto UNNE

 

La semana de conmemoración del 68° Aniversario de la UNNE se cerró el domingo 15 de diciembre por la mañana con el Reto UNNE, una carrera pedestre de 4 kilómetros por la costanera correntina. En la categoría comunidad UNNE femenina resultó triunfadora Daniela Sasovsky Vatoff, una joven científica del campo de la biología, que desarrolla al mismo tiempo una gran pasión por el deporte. En diálogo con UNNE Medios contó  cómo es dedicarse con vocación a ambas facetas de la vida universitaria.

Daniela Sasovsky Vatoff, es licenciada en Ciencias Biológicas, profesora en Biología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura y actualmente está cursando el doctorado en Biología de la Universidad Nacional Nordeste en el edificio de química de FaCENA del Campus Deodoro Roca. Nació en Las Breñas, Chaco y desde que vino a estudiar a la universidad reside en Corrientes. UNNE Medios tuvo la posibilidad de entrevistarla para conocer su historia de vida, donde se conjuga la pasión por la ciencia y el deporte. 

¿Cómo decidiste estudiar una carrera de ciencias naturales?

Siempre me gustó la biología, sabía que iba a ir por la química y biología. Entonces, me decidí el último año de secundaria por estudiar una carrera de ciencias y vine a vivir a Corrientes en 2013. Aunque primero hice un año de Bioquímica, en 2014 comencé a estudiar licenciatura en Ciencias Biológicas y profesorado en Biología, egresando en el 2020. En 2019 de profesora y en 2020, en plena pandemia me recibí de licenciada. En 2021 comencé con el doctorado obteniendo una beca interna de CONICET para realizar el mismo.

¿Cuándo comenzaste la carrera, tenías vocación por investigar, o ese interés fue surgiendo a medida que avanzabas?

Sabía que esta carrera tenía la posibilidad de hacer investigación y también lo fui afianzando a medida que fui cursando las distintas materias, y en los últimos años estaba convencida de que quería seguir con la investigación. El último año de cursado cuando desarrollé mi tesis de grado ya comencé a trabajar con la doctora Soledad Bustillo con una beca CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) donde ella fue mi directora de tesis, en el Laboratorio de investigación en proteínas (LabInPro). Realicé el plan de la beca y esos resultados los presenté en mi tesis que es el trabajo final con el que me gradué en 2020. Y de ahí ya me había decidido a presentarme con Bustillo como directora a la beca de Conicet. Desde 2019 estoy trabajando y aprendiendo con ella como formadora, y actualmente es mi directora de tesis de doctorado tanto de FaCENA como de CONICET.

¿Cómo surge tu interés por el deporte?

Es muy interesante incentivar a todos aquellos becarios e investigadores de Conicet que se sumen a participar de los Juegos Deportivos. De chiquita estudié en la primaria en una escuela rural muy cerca de la ciudad de Las Breñas, y allí siempre me gustó mucho jugar al vóley y al fútbol. Además por mi familia, porque mi abuelo y papá jugaban y creo que heredé ese gusto. Los viernes hacíamos competencia en juegos mixtos y me divertía mucho. En la secundaria quería seguir jugando al fútbol, pero no tenía un equipo. No encontraba un equipo para que me acompañe. También me sigue gustando el vóley, pero no tengo mucho tiempo para practicarlo.

¿En esa época no estaba tan desarrollado el fútbol femenino?

Exactamente, eso es algo importante, porque en los últimos años se ve que las mujeres estamos participando más en estos deportes. Cuando ya era estudiante solo iba al gimnasio, no hacía otra actividad. Y a raíz de la posibilidad de formar parte del Conicet, en 2022, gracias a una compañera de trabajo, la doctora Silvina Echeverría, nos incentivó a qué vayamos a participar a los Juegos Deportivos del Conicet. Nosotros no sabíamos de qué se trataba realmente.

¿Te decidiste a probar suerte ahí?

Nos dijimos, vamos, que seguro es muy divertido, la vamos a pasar bien, y ahí empezamos a armar un equipo con algunas chicas que ya habían viajado en años anteriores. Nos fuimos conociendo con los chicos y chicas, y hoy somos una delegación, como una familia de gente deportista y súper abocados al deporte muchos de ellos, además de trabajar. Empezamos a hacer partidos, entrenamientos previos y en San Juan debuté entonces en el equipo femenino de fútbol, en 2022. Fueron mis primeros Juegos de Conicet. Y ahí también corrí mi primera carrera y jugué además al vóley.

¿Cómo fue esa experiencia con el deporte?

Me encantó, descubrí el amor por el deporte. Fui en 2023 también, cuando se hizo en Salta, donde gané algunas medallas en atletismo y en este 2024, se compitió en Córdoba. Además. empecé a entrenar este año con el equipo de Corrientes Corre desde junio. Así que creo que este año también fui más preparada. Entreno tres veces a la semana, tengo una rutina, participó también de trails, y compito en carreras en asfalto. Estoy dedicándole más tiempo y se hizo rutinario, viajo mucho y la verdad que me encanta, es como mi terapia.

¿Cómo se concilia el deporte con la investigación científica?

Muy bien, es como un cable a tierra, se sale del trabajo y después a la noche se entrena y siempre las carreras se hacen los fines de semana. Entonces no me coincide con los horarios laborales. Naturalmente surgió la idea de participar en la carrera de la universidad, el Reto UNNE. Este año participé en varias competencias, tengo un buen medallero porque todas entregan medalla de finalización. Hace poco fui a un trail en Misiones, en Eldorado el 1 de diciembre y dije con esto ya termino. Pero después me enteré de la carrera por los 68 años de la universidad, y dije, no puedo no ir con todo lo que corrí este año, tengo que participar en la de la UNNE, porque soy fanática de mi casa de estudios y me anoté. Justo había llegado de Buenos Aires de hacer una pasantía el día anterior, pero estuve presente el domingo.

¿Cuál sería la especialidad que estás investigando dentro del campo de la biología?

Estoy en los últimos años de la beca de doctorado, estudiamos los efectos antitumorales del veneno de la serpiente Botrhops diporus (Yararà chica). Lo que hacemos, en términos muy sencillos, es que del veneno de la yarará, muy abundante en nuestra región, aislamos por métodos Cromatograficos la enzima Fosfolipasa A2 (que se encuentra en gran proporción en este veneno) y estudiamos tanto in vitro como in vivo sus efectos antitumorales.

¿Usan las serpientes que abundan en esta región?

Sí, la Yarará chica es abundante en nuestra región, las que mayores accidentes ofídicos producen, porque también tiene amplia distribución en nuestro país, produce el 98% de los accidentes junto con Bothrops alternatus (Yarará grande).

¿Y eso te interesa seguir investigando?

Si, la idea es seguir después haciendo un posdoctorado. Voy a presentarme a la beca, y el objetivo es seguir con esta línea de investigación realizando más estudios in vivo.

¿Por lo que dice en tu delantal, formas parte del IQUIBA NEA?

Nosotros formamos parte de IQUIBA, pero yo soy de LabinPro como laboratorio físico, y también formó parte del grupo de investigaciones biológicas y moleculares, cuya directora es Soledad Bustillo, que es mi directora, y que forma parte también del Iquiba-NEA-Conicet.

¿Pensando en tu experiencia general, que te significó a vos estudiar en la universidad pública?

Siempre a favor de la universidad pública porque nos dio la oportunidad a miles de estudiantes de obtener un título, construir un futuro y dedicarnos a lo que soñamos. La verdad que es una oportunidad grandiosa, que quizás en otros lugares no se tiene o hay que tener muchos recursos para poder acceder a la universidad. Siempre estaré muy agradecida porque mi familia pudo enviarme a estudiar, y a mis hermanos también, pudimos llegar de Las Breñas a Corrientes, proviniendo de una familia de productores rurales.

¿La vida académica, te dio la posibilidad de ir al exterior, de tener intercambios?

El año pasado, durante noviembre y diciembre, hice un intercambio en Chile, una pasantía de investigación en el Laboratorio de Plasticidad Metabólica y Bioenergética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en Santiago de Chile. La verdad que eso me abrió un montón las puertas en el sentido de que fue una experiencia muy enriquecedora, aprendí nuevas técnicas y metodologías, a usar programas de estadística, fue un intercambio muy fructífero para lo que es mi carrera de investigación.

¿Esa beca fue por CONICET o por la UNNE?

En realidad, fue por el ICCTI -Instituto Chaqueño de Ciencia y Tecnología e Innovación- donde tenemos un convenio que se hizo con IQUIBA. Gracias a ese convenio obtuve la beca. FaCENA también me aportó una ayuda económica para viajar. En 2025, estaremos viajando a Brasil para una pasantía de dos meses en San Pablo. Es lo bueno de este mundo de la investigación en el que uno se puede presentar a becas, y si las obtenés y tenés la aprobación de ese lugar que te recibe, podés viajar y trabajar en otros laboratorios, aprendiendo muchas cosas porque cada centro de investigación es un mundo nuevo.

Para finalizar, una reflexión respecto a esta, a esta conjunción de ciencia, docencia y deporte.

Creo que todo se puede hacer, con voluntad; somos multifacéticos, hay que tratar siempre, para poder hacer varias cosas en el día, de tener organización y disciplina. Creo que con eso y responsabilidad en el trabajo por supuesto, se pueden lograr muchas cosas. El deporte es como una salida para descargar tensiones, renovarse, entonces empezás bien activa el día siguiente. Y también es muy importante para la salud, llevar una buena calidad de vida, todos sabemos que el sedentarismo es muy peligroso y conlleva muchas enfermedades, por eso siempre voy a incentivar o invitar a las personas que traten por lo menos de hacer seis horas o diez horas de actividad física en la semana.

¿Qué consejo le darías a los chicos que están por ingresar, particularmente en tu carrera el año que viene?

Que no tengan miedo porque es una carrera entretenida, tiene materias interesantes y cinco orientaciones. La clave de estudio, me lo dijo mi abuela antes de comenzar la universidad: “Para poder llegar al objetivo, es libro en la mesa y cola en la silla”. Nunca me olvidé esa frase y hasta el día de hoy se la repito a mi abuela Y le digo, Viste Abuela, ¡Me funcionó! Hice los estudios en los años previstos, porque me dediqué mucho, pero por supuesto, todos tenemos diferentes ritmos, hay que tener constancia, responsabilidad y vocación. Es una carrera que tiene mucha salida laboral en la investigación y en otros ámbitos y lo bueno es que está la posibilidad de ir descubriendo lo que te va gustando y después dedicarte exclusivamente a eso. Y por último también me gustaría aconsejarles a los estudiantes que no se “queden”, en el sentido de que, si les gusta la investigación o la docencia -quizás no desde el primer año, donde uno recién está iniciando, conociendo este mundo- pero ya en segundo o en tercero vayan haciendo pasantías, adscripciones, porque eso también te abre muchas puertas y te ayuda a ir haciendo carrera para el futuro profesional.