Un proyecto del programa «UNNE Salud, Exactas» trabaja en la prevención de parasitosis en sectores vulnerables de la ciudad de Corrientes por medio de estrategias que integren el cuidado de la salud humana, animal y ambiental. Así, se promueve el control de parásitos en niños y niñas, sumado a acciones para mejorar hábitos higiénicos, evitar la contaminación del agua y el suelo, y mantener sanas las mascotas.
Se trata del proyecto «Los Parásitos y el Medio Ambiente, desde UNA SALUD nos cuidamos todos» perteneciente a la convocatoria UNNE +SALUD 2023 dentro del eje temático de Atención Primaria de la Salud.
La iniciativa es coordinada desde la Cátedra de Parasitología Humana, de la carrera de Bioquímica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura, y reúne a docentes y estudiantes de esa carrera, y además participan docentes y estudiantes de la «Cátedra de Enfermedades Parasitarias», de la Facultad de Ciencias Veterinarias y «Cátedra de Medicina 3 – Área Infectología» de la Facultad de Medicina.
En el marco del proyecto, iniciado en el año 2023 y con continuidad en el año 2024, se trabajó con niños y niñas de 2 a 14 años que concurrieron espontáneamente, junto a sus tutores o familiares, a la convocatoria realizada desde una serie de centros de atención primaria de la salud (CAPS) y un comedor comunitario que colaboraron en la iniciativa.
En los lugares donde se desarrollaron las actividades, se realizaron charlas comunitarias sobre las enfermedades parasitarias adquiridas por contacto con el suelo, con mascotas y/ con alimentos. Además, se realizaron encuestas sobre hábitos higiénicos sanitarios y factores predisponentes a las enfermedades parasitarias.
A los menores se les hizo examen coproparasitológico seriado de materia fecal y escobillado perianal para la búsqueda e identificación de enteroparásitos.
En tanto, se llevaron a cabo exámenes parasitológicos en muestras de suelo en algunos de los lugares estudiados.
Abordaje Integral
«Prevenir las parasitosis con acciones fragmentadas, por un lado, dirigidas a las personas, por otro a los animales y en pocas ocasiones analizando el ambiente, no es adecuado ni eficiente. Se requiere integrar en una misma estrategia el cuidado de la salud humana, de los animales y del ambiente», resaltó el Bioq. Gustavo Fernández, director del proyecto y docente de FaCENA.
De esta forma, se refirió el enfoque del proyecto que se encuadra en el concepto «UNA Salud», recomendado por la Organización Mundial de la Salud para el abordaje interdisciplinar en el control y prevención de las enfermedades transmisibles, como lo es el parasitismo.
«UNA Salud incluye a las personas, el ambiente y los animales en un equilibrio», indicó sobre la orientación del trabajo realizado.
Detalles del Proyecto
En cuanto a los resultados de las acciones desarrolladas en el proyecto, se trabajó en el «CAPS XV – Dr. Arturo Ilia» del Barrio Pirayuí, el «CAPS V – Dr. Montaña» del Barrio Dr. Montaña, el «CAPS XII» del Barrio Ponce y el «CAPS X – Dr. Balbastro» del Barrio Molina Punta, todos de la ciudad de Corrientes.
Se logró la participación de 57 tutores en las charlas realizadas sobre Enteroparásitos y tenencia de mascotas, dado que pueden comportarse como vehículos o reservorios de los parásitos, y por medio en las encuestas sobre hábitos higiénicos sanitarios y factores predisponentes a las enfermedades parasitarias se pudo conocer la realidad del medio.
De los exámenes coproparasitológicos seriados positivos se detectaron en un 83% por parásitos comensales/oportunistas y sólo un 17% por patógenos como Giardia lamblia y Geohelmintos.
Al respecto, el Bioq. Fernández explicó que, si una persona tiene parásitos comensales u oportunistas, ello no significa que esté enferma, debe ser evaluado por el equipo de salud, no obstante, representa un indicador de un déficit de factores higiénicos sanitarios predisponentes para otros parásitos, entre ellos los patógenos.
En los estudios de escobillado perianal, en algunos centros de salud se alcanzó hasta 55% de positivos para Oxiurus (Enterobius vermicularis), lo cual representa un importante indicador de hacinamiento y mala higiene, por lo que se deberá recomendar tratamiento y seguimiento a las familias afectadas.
En el marco del proyecto, se referenciaron los casos detectados al centro de salud cercano para su tratamiento y seguimiento y control.
En tanto, las muestras de suelo sólo se recolectaron en dos centros de salud, encontrándose muestras positivas para Geohelmintos en uno de los CAPS.
«Estos resultados no tienen un rigor científico, conforman proyectos de extensión e intervención, pero contribuyen a caracterizar la situación y guiar las estrategias de abordaje por parte del equipo de salud», sostuvo el director del proyecto.
Relevancia
“Si curamos a la persona, pero sin hacer intervenciones en el cuidado de los animales y en el ambiente, las problemáticas quedarán instaladas por largo tiempo”, destacó el Bioq. Fernández.
En ese sentido, consideró que con el proyecto de extensión se logra conocer los hábitos higiénicos sanitarios mediante las encuestas y se identifican a los agentes parasitarios mediante análisis de laboratorio, lo cual sumado a los exámenes del suelo y la promoción del cuidado de mascotas, “contribuyen a elaborar recomendaciones adecuadas a la realidad, para concientizar a la población de la importancia de estas enfermedades”.
Insistió en el enfoque de UNA Salud, premisa bajo la cual se considera que el suelo debe estar cuidado, el agua debe ser cuidada, los animales deben cuidarse, para que la persona también esté cuidada.
Graficó que si las mascotas están enfermas y defecan liberan parásitos que contaminan el suelo y el agua, y después el humano los adquiere los parásitos del suelo por contacto de manera recreativa o laboral.
«Pero con intervención podemos minimizar la posibilidad de que el animal esté enfermo y tenga parásitos, y que evitar que el ambiente se contamine si defecan animales, cortando así el ciclo virtuoso de las enfermedades parasitarias”, añadió.
Trabajo en Territorio
Por otra parte, el Bioq. Fernández destacó que además de la importancia para las poblaciones o los lugares en los que se desarrollan, los proyectos de extensión revisten especial importancia en el aspecto académico, formativo de los estudiantes universitarios, quienes «salen de las aulas y se sensibilizan con las problemáticas en territorio”.
En ese sentido, el objetivo de este trabajo de extensión en particular es que quienes se están formando puedan vivenciar desde la experiencia el contexto, conocer el contexto en el que se desarrollan las enfermedades parasitarias.
Sobre ello, comentó que los participantes del proyecto, estudiantes de diferentes disciplinas, «han podido aplicar sus conocimientos en un contexto real de una problemática vigente, siendo esta estrategia, las bases del desarrollo de competencias profesionales en el grado».
«Conocer las manifestaciones clínicas y el tratamiento de estas enfermedades en el primer nivel de atención representa un desafío para los futuros profesionales de la salud” indicó.
Agregó que “dada la realidad social y sanitaria, deberán priorizar el trabajo en equipo interdisciplinario para un correcto abordaje y alcanzar el control de las enfermedades parasitarias en el contexto en el que interactúan las personas, los animales y el ambiente”.
“Esperamos poder continuar con este proyecto, reforzando el vínculo de la Universidad con el territorio”, concluyeron desde el equipo a cargo del proyecto «Los parásitos y el medio ambiente. Desde una salud nos cuidamos todos».