Científicos argentinos desarrollaron un innovador producto para proteger al suelo de derrames de petróleo en los yacimientos del sur del país. Está elaborado con artículos de origen natural, es reutilizable, no emite gases tóxicos y no propaga incendios. En diálogo con la radio de la Universidad Nacional del Nordeste, Silvia Goyanes, del Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos del Departamento de Física (UBA-CONICET), comentó sobre la novedad.
Durante el proceso de extracción de hidrocarburos, en la zona de trabajo de máquinas, se extienden mantas para prevenir el contacto de los suelos con los desechos de petróleo. Desde el CONICET pusieron a prueba los conocimientos desarrollados en nano estructuras y nano absorbentes trabajados en la última década para optimizar este proceso.
“La BIOmanta es un nuevo producto que surge a partir de una colaboración de nuestro grupo con una empresa, Emerald, que estará a cargo de la fabricación. Es diferente de todo lo que existe hoy en día y protege el suelo de los derrames, pero con la premisa de que sea un producto lo más amigable con el medio ambiente posible”, relató Goyanes al aire de la 99.7.
La física explicó que las mantas que se comercializan a la fecha están rellenas de polvos de turba (un compuesto de origen mineral) y cáscara de maní, que por la gran extensión de metros que se debe proteger, no hace posible que estos sean distribuidos de forma pareja. En lo que se refiere a su deposición final, debe ser incinerada, por lo que se emiten gases tóxicos por partida doble, por los desechos de hidrocarburo y por el material de la manta.
Pero “en nuestro caso, la manta está compuesta por una red de nanomicrofibras y el relleno se reemplazó por un polímero biobasado de origen natural. Dado el tipo y morfología del relleno, la absorción del hidrocarburo que se logra es pareja a lo largo de toda su longitud, que es de 1,5 metros por 5 metros”, explicó la diferencia.
Otro valor de este producto “es que no propaga el fuego, si éste se genera se apaga instantáneamente”, agregó Goyanes.
La investigadora también destacó que la manta es reusable e hizo hincapié en la importancia de pensar en el desarrollo de las innovaciones tecnológicas y técnicas desde la economía circular: “La BIOmanta es lo más reciclable posible, se la puede cortar, volver a coser y usar sin ningún problema. Esta manta no genera residuos ni gases tóxicos”.
En ese sentido, recordó que los procesos de deposición final e incineración de las mantas tradicionales tiene un alto costo, no sólo por el proceso sino también por la gestión de costos del transporte de la misma. Goyanes indicó que, si bien la BIOmanta no es más económica en su producción, al tener la mitad del peso que las tradicionales sí reduce el precio de esa última etapa de extracción de petróleo.
“La empresa se acercó y en tres meses estaba lista la tecnología, pero nosotros venimos trabajando en el desarrollo de nano absorbentes desde hace seis años, y en el desarrollo de nanoestructuras desde hace más de diez. Es un conocimiento que se aplicó rápidamente gracias a que el grupo ya contaba con este conocimiento aplicado a otra situación”, destacó la física y resaltó la importancia de las articulaciones entre el sector científico público y el sector productivo privado para el impulso de las innovaciones en el país.