INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN
Promueven la conservación preventiva en archivos, bibliotecas y museos del NEA

Un estudio de la Facultad de Humanidades de la UNNE sistematizó información sobre las características y condiciones de los edificios y del mobiliario de instituciones públicas que resguardan fuentes documentales de interés en la región nordeste. Si bien se identificaron resultados poco alentadores en muchas instituciones, destacan que en los últimos años se constata un mayor interés por mejorar las condiciones de guarda de las colecciones.

 

La conservación preventiva tiene como objetivo evitar o minimizar los daños de las colecciones, a través de acciones indirectas.

En ese sentido, las características y condiciones de los edificios y del mobiliario de las instituciones son un factor fundamental para asegurar la salvaguarda y acceso al patrimonio documental.

Teniendo en cuenta la importancia creciente de la conservación preventiva en el campo de la bibliotecología y ciencias afines, desde el Departamento de Ciencias de la Información de la Facultad de Humanidades de la UNNE se consideró propicio caracterizar la situación de instituciones que resguardan material documental de interés en provincias de la región nordeste.

Con ese fin, a partir de informes que integran el archivo de la Cátedra “Conservación de Documentos” de la Carrera Licenciatura en Ciencias de la Información (Facultad de Humanidades), se analizaron las condiciones edilicias y de mobiliario de cuarenta y dos instituciones de Resistencia, Corrientes y Formosa, entre archivos, museos y bibliotecas.

Para el caso de los edificios procesaron los datos relacionados con las variables “funcionalidad” (construidos para función actual-adaptados); “existencia de espacios” (para cuarentena, tareas de conservación, refrigerio) y “condiciones edilicias” (problemas con agua, radiaciones, parámetros ambientales, plagas).

En tanto, respecto al mobiliario se analiza si son suficientes y adecuados al formato de las colecciones o fondos documentales.

“Los resultados no son alentadores y nos obligan a realizar mayores esfuerzos para la toma de conciencia y realización de tareas pendientes para mejorar las condiciones actuales para acercarlas a los criterios y recomendaciones de conservación preventiva” destaca la Mgter. María del Pilar Salas, directora del estudio.

Las conclusiones del estudio fueron publicadas recientemente en la revista Prefacio, y se considera que aporta al conocimiento de las condiciones de instituciones de la región NEA, desde la visión de la conservación preventiva, con el objetivo de tomar conciencia de los desafíos que enfrentan los profesionales y trabajadores de archivos, bibliotecas y museos para la salvaguarda y difusión de sus colecciones.

“No es la situación ideal, pero sí debemos destacar que en los últimos años hubo una mejora en las condiciones mencionadas” indicó, y agregó que “por ello nuestro objetivo actual es redoblar esfuerzos para difundir los criterios de preservación preventiva como herramienta clave que sustente acciones para optimizar el estado de las colecciones”.

 

Detalles y Resultados

La muestra del trabajo estuvo conformada por 28 bibliotecas especializadas (universitarias, populares, escolares y públicas; 9 archivos históricos y administrativos (provinciales, municipales, escolares) y 5 museos municipales y provinciales.

Según lo relevado, sólo el 22% de las instituciones han sido construidas para la función actual de archivo, biblioteca o museo, con las consecuentes complicaciones que ello genera al no contar con ambientes propicios.

Respecto a problemas edilicios observados, uno de los más preocupantes es el ingreso de agua, y en ese sentido, en los casos en que se relevó este problema, la causa más frecuente son las filtraciones por paredes (39%), luego las goteras (26%), y el desborde de desagües pluviales (22%). En menor medida las filtraciones por ventanas y el desborde de acondicionadores de aire Split. Aunque no en un alto porcentaje, también se constató el ingreso de agua cloacal.

Se detectó en el 36% de las instalaciones la incidencia de luz solar de modo directo sobre colecciones, lo cual resulta grave por la gran intensidad y cantidad de días y horas de sol en el NEA, siendo que además el daño que producen es irreversible y acumulable. Además, estas representan situaciones evitables de manera sencilla.

En el 90% de los casos no se monitoreaban valores de los parámetros ambientales de temperatura y humedad relativa, de gran incidencia en las condiciones de resguardo documental.

Otro aspecto relevado en el estudio, fue la presencia de plagas, siendo que el 98% de los casos las fuentes consultadas manifestaron haber tenido presencia de algún tipo de plagas. A pesar de ello sólo el 26% de los establecimientos contaba con tela mosquitera, una sencilla pero eficaz medida preventiva para evitar el ingreso de insectos y vertebrados.

Sobre el mobiliario, en el 55% de las instituciones afirmaron no contar con mobiliarios en calidad y cantidad óptima.

Además, se encontraron documentos sobre el piso en el 40% de los casos.

La carencia de espacios definidos para realizar tareas fundamentales de conservación, como la limpieza de documentos y la cuarentena afecta la posibilidad de realización de dichas actividades en forma adecuada.

 

“El objetivo es evitar o minimizar los deterioros de las colecciones en vez de repararlas una vez que han sucedido los daños”

 

Relevancia

“En base a la información analizada puede decirse que en un alto porcentaje de las instituciones locales relevadas la infraestructura existente no es la ideal para asegurar buenas condiciones para la conservación de colecciones” se expone en las conclusiones del estudio realizado por el grupo de investigación “Patrimonio Documental de Corrientes y Chaco”.

La Arq. Salas remarcó que la conservación preventiva es el modo en que actualmente se piensa la conservación del patrimonio cultural, ya que tiene como objetivo evitar o minimizar los deterioros de las colecciones, en vez de repararlas una vez que han sucedido los daños.

En esa línea, explicó tiempo atrás el foco se ponía en las condiciones ambientales como principal factor de deterioro de colecciones, pero con el correr del tiempo se comprendió que las prácticas profesionales y las políticas institucionales son aún más importantes.

Sobre la situación de las instituciones del nordeste, la autora del estudio reiteró que el optimismo está puesto en que cada vez hay mayor interés por mejorar las condiciones de guarda de las colecciones, por medio de mejoras en infraestructura y equipamiento.

En particular mencionó el mayor conocimiento y compromiso de con la conservación preventiva por parte de profesionales jóvenes y de quienes se están formando en el campo disciplinar, lo cual es relevante para fortalecer la búsqueda de soluciones razonables, concretas y eficientes para mejorar el resguardo de las fuentes documentales de valor patrimonial.

Las tareas de investigación del grupo “Patrimonio Documental de Corrientes y Chaco” se complementan con intervenciones en las instituciones, que se desarrollan en el marco de los Proyectos de Extensión del Programa la Universidad en el Medio y que tienen como instituciones co- participantes al Instituto Superior Carmen Molina de Llano (Carrera Bibliotecología), el CDIE Biblioteca Fidanza y diferentes instituciones que resguardan patrimonio documental de Corrientes y Chaco.