Aporte de especialistas de la UNNE en jornadas regionales de cannabis e industrias del cáñamo

Docentes investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura formaron parte de las Primeras Jornadas Regionales de Cannabis Medicinal, Autocultivo e Industria del Cáñamo, en la que expusieron sus aportes en torno a distintos aspectos relacionados a esta actividad en auge. La UNNE cuenta con distintas áreas que trabajan en torno a la generación de conocimientos sobre cannabis.

 

 

La Universidad Nacional del Nordeste, a través de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura, en conjunto con asociaciones civiles de cannabis llevó adelante las Primeras Jornadas Regionales de Cannabis Medicinal, Autocultivo e Industria del Cáñamo.

Durante dos jornadas realizadas en el edificio de Ingeniería de FaCENA en el Campus Deodoro Roca de la ciudad de Corrientes, profesionales, investigadores, empresas, productores artesanales y público en general compartieron experiencias sobre el cultivo en la región, iniciativas en marcha, y pudieron profundizar la formación sobre distintos aspectos relacionados a la producción, elaboración y consumo de productos de cannabis.

En el marco de las jornadas, especialistas de la UNNE tuvieron a su cargo un serie de charlas y talleres sobre temáticas referidas a aspectos específicos de esta actividad productiva y de elaboración, así como también relacionados a los proyectos científicos que la Universidad lleva a cabo en el abordaje del aprovechamiento del cannabis.

El Dr. Mario Delfino, del equipo organizador de las jornadas y además docente de la Cátedra de Química Analítica Instrumental FaCENA-UNNE, destacó la gran asistencia del evento, lo que demostró la relevancia que va ganando el tema, con muchísima cantidad de personas interesadas.

Sostuvo que la realización de estas primeras jornadas regionales es el fruto de un camino de varios años de trabajo articulado entre la Universidad, las asociaciones cannábicas y las empresas que se dedican al cannabis para uso medicinal, autoconsumo o fines industriales.

«Estas jornadas eran necesarias para poder llegar al público en general, despertar un mayor interés en la sociedad», resaltó.

Opinó que la Universidad era el ámbito propicio para poder realizar las jornadas, y generar un espacio de debate e interacción con el público sobre una tema que debe ser conocido.

En el aspecto académico, durante las jornadas, el Dr. Mario Delfino estuvo a cargo del dictado del taller de «Elaboración de aceites medicinales de cannabis. Cuantificación de cannabinoides.

El profesional de la UNNE repasó las actividades que desde la Cátedra de Química Analítica Instrumental y otras cátedra de FaCENA-UNNE vienen desarrollando en torno a generar conocimiento que posibiliten enriquecer el aprovechamiento del cannabis con fines medicinales e industriales.

Destacó los avances que se están logrando desde la ciencia para, con rigor científico, contribuir por un lado a optimizar aspectos productivos, así como también para garantizar la calidad e inocuidad de los productos obtenidos de cannabis.

El Dr. Delfino señaló la importancia de poder seguir trabajando de manera articulada con distintos sectores y actores, y continuar difundiendo la cultura cannábica y el uso responsable del cannabis.

 

Productos y Buenas Prácticas.

 

La Dra. Sonia Sgroppo, docente e investigadora de la Cátedra de Bromatología de FaCENA-UNNE, comentó avances del proyecto «Snack de frutos regionales con CBD», una iniciativa que trabaja en el desarrollo un snack a base de pulpa de frutas que se producen en la región del NEA, adicionados de extracto enriquecido en cannabidiol (CBD).

Detalló las etapas del proyecto en marcha, y destacó que se lograron productos con buen sabor, pero se sigue trabajando a fin de lograr un snack que, además de aportar contenido de cannabidiol, esté de acuerdo al gusto de los consumidores.

Por otra parte, la Dra. Sgroppo brindó la charla «Buenas Prácticas de Elaboración y Micotoxinas», en la que destacó la importancia de avanzar hacia procesos productivos que minimicen riesgos de contaminación microbiológica, por introducción involuntaria de microorganismos, bacterias, levaduras, mohos, virus, sus toxinas y sus subproductos.

Indicó que los microorganismos patógenos son aquellos que representan un riesgo para la salud y que pueden provocar enfermedades, pero también son de interés los organismos alterantes que son aquellos que provocan cambios en las características organolépticas y nutricionales, y hace que disminuya la calidad de la materia prima o del producto elaborado, lo cual lleva a pérdidas del tipo económica.

Al respecto, comentó que estos microorganismos generan alteraciones como cambios de color, sabor, aroma, textura, pero también aparecen sedimentos, mohos y otras situaciones que afectan la cualidad del producto.

En general se habla que hay 15% de flores contaminadas en una producción de cannabis, acotó.

Tras detallar la posible incidencia de distintos agentes patógenos en el cultivo y producción de cannabis, resaltó la importancia de contar con pautas Buenas Prácticas de Manufacturas, una herramienta básica para la obtención de productos seguros para el consumo humano, centralizadas en la higiene y la forma de manipulación.

Expresó que las BPM, como de la conocen, contribuyen al aseguramiento de una producción de productos seguros, saludables e inocuos para el consumo humano.

Al respecto, remarcó que hay muchas empresas aplicando buenas prácticas de manufactura, pero también en la producción artesanal o de autocultivo se pueden aplicar pautas para evitar los riesgos potenciales de contaminación.

Sostuvo que las buenas prácticas permiten saber cómo fue elaborado algo, cómo se llevaron a cabo los procesos, conocer los riesgos potenciales y alcanzar un sistema de trazabilidad y de gestión.

Manifestó que en las escalas nacional e internacional se requieren aplicar las BPM para lograr productos saludables e inocuos desde el punto de vista microbiológico.

«Las BPM permiten tener siempre un producto con la misma calidad y prevenir cualquier tipo de contaminación» y agregó que es necesario sistematizar la actividad, llevarla a cabo de la misma forma y con los mismos controles y cuidados.

 

Toxicología.

Otra de las charlas de las jornadas estuvo a cargo de la Dra. Ana Torres, de la Cátedra de Toxicología de FaCENA-UNNE, que se refirió a la toxicología del Cannabis, el sistema endocannabinoide y las interacciones medicamentosas.

La especialista abrió su disertación profundizando sobre las características del sistema endocannabinoide, un sistema un sistema de comunicación intercelular del organismo humano, que básicamente consiste en un sistema de neurotransmisión, muy complejo, integral, que equilibra muchas funciones en el organismo.

En ese sentido, indicó que, si bien existen muchas publicaciones científicas sobre el tema del uso medicinal del cannabis, resulta necesario profundizar el conocimiento sobre cómo interactúa este producto con el sistema endocannabinoide.

Recordó que existen numerosos fitocannabinoides en extractos de la planta, con distintos efectos, así como distintos receptores en el organismo que son susceptibles de actuar o ser estimulados por los fitocannabinoides, por lo que resulta adecuado el conocimiento en materia de toxicidad de cannabis.

«La toxicidad del cannabis es altamente dependiente de la dosis y la vía de administración» remarcó y sostuvo que el cannabis tiene muchas cosas buenas, pero eso no significa que no haya que tener cuidado con la posible toxicidad.

Se refirió a los retos en torno a los fármacos derivados de plantas, para lo que hay que tener en cuenta la forma de consumo, las dosis correctas y uniformes, los efectos a largo plazo, y la presencia de contaminantes como plaguicidas, metales y disolventes.

En los productos debe buscarse la «seguridad», controlada mediante ensayos de toxicidad aguda, toxicidad general, y procesos de fabricación; la «calidad», cuidando las cualidades de identidad, pureza, concentración y procesos de fabricación; y la «eficacia» para lograr el efecto deseado.

La Dra. Torres subrayó que el cannabis es una herramienta terapéutica mucho más compleja que la inmensa mayoría de los fármacos utilizados en la medicina actual, estos bajo el paradigma de «una droga, una diana, un efecto biológico», mientras que los preparados completos de cannabis constituyen una aproximación terapéutica diferente ya que tienen múltiples dianas.