En el Día del Periodista, un repaso por la historia de la formación universitaria que la Universidad Nacional del Nordeste, brindó a profesionales de la región, en los últimos 42 años. Sus orígenes como la recordada “Escuelita” y el camino complejo de su evolución hasta consolidarse como una oferta formativa de la Facultad de Humanidades.
La formación universitaria de las y los profesionales de la noticia, en Argentina tuvo antecedentes tempranos debido a que en 1934 se creó la Escuela Superior de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, primera oferta académica del país en la disciplina.
No obstante, la mayoría de las propuestas de formación superior en periodismo y comunicación surgieron a partir de los años 80, con la recuperación de la democracia que terminó con la última dictadura militar. Mucho tuvieron que ver con esto, las décadas de inestabilidad y violencia política desde 1930, que impactaron sobre la universidad, pero también el largo proceso de consolidación del campo de estudios en el espacio universitario latinoamericano que emergió con fuerza, recién a mediados de los años 70.
La Doctora en Ciencias Sociales, Magíster en Educación y post Doctora en Humanidades, Claudia Rosa dijo que “la década de los 90, encuentra a las carreras de Comunicación en América Latina, en medio de un cruento debate dentro del seno educativo no sólo sobre qué constituye el currículum de una carrera de Comunicación –qué enseñar para generar comunicadores eficaces- sino también en una discusión sobre cuál perspectiva se debe tomar si se toma a la educación como un proyecto político cultural que adquiere intencionalidad y dirección a partir de los sujetos que lo impulsan”.
La también docente en la UNNE, plantea la falta de consensos académicos para resolver esa dificultad intrínseca a la formación superior de periodistas en la región; porque era preciso conciliar la formación instrumental para el ejercicio competente de la profesión periodística, y por otro lado prodigar una sólida formación epistemológica y teórica para construir un perfil de cientista social crítico de la realidad desigual de América Latina.
En la experiencia personal, exestudiantes de la Tecnicatura en Periodismo recuerdan que cuando iniciaron el cursado-en 1992- era complejo entender la diferencia entre periodismo y comunicación, porque lo que el mercado de trabajo demandaba eran periodistas que integren los medios gráficos, radiales y televisivos, y no terminaba de quedar claro, cuál era la tarea específica de los comunicadores.
En los medios masivos de los primeros años 90, eran pocos los egresados o egresadas que trabajaban en las empresas de comunicación de la región.
Hoy, la crisis del sistema de medios y de la profesión del periodista, junto a los cambios tecnológicos comunicacionales de las últimas dos décadas, impactaron de tal forma en el mercado laboral, que las ofertas son más propicias para comunicadores multitareas, que para profesionales periodísticos.
De todos modos, en los medios de comunicación, el estado y las empresas, actualmente son amplia mayoría los profesionales universitarios formados en nuestra carrera e incluso egresados de otras -públicas y privadas-, como de las universidades de Córdoba, La Plata, Rosario, UBA o Misiones entre las primeras, y de UCP, UCES, TEA, DEPORTEA, entre las privadas.
Un dato no menor es que el primer egresado de la licenciatura en Comunicación Social en el año 2000 fue Pedro Rettori, quien dirigía en ese momento la Radio Nacional Resistencia.
Un camino tortuoso para un presente virtuoso
El proceso de creación y consolidación de la carrera de Tecnicatura en Comunicación Social comenzó hace poco más de cuarenta años, en 1982, cuando nació la propuesta a raíz de un convenio suscripto entre la provincia de Corrientes y la UNNE, que se renovaba en forma bienal, pero que -paradójicamente- la mantuvieron en condiciones precarias de funcionamiento institucional por muchos años.
La provincia financiaba a las carreras y la UNNE aportaba el aval académico, dependiendo administrativamente del Rectorado. En 1997 se creó la Licenciatura en Comunicación Social. El título de la Tecnicatura pasó a denominarse Tecnicatura en Periodismo. Aún en esas condiciones, por sus aulas pasaron muchos destacados profesionales de la actualidad del periodismo regional, principalmente de Chaco, Corrientes y Formosa, ya que la UNaM de Misiones poseía una oferta similar surgida en la misma época.
Durante la crisis económica y social que atravesó Corrientes en 1999, dejó de proveer el financiamiento, por ello, la UNNE absorbió definitivamente la carrera, por iniciativa de las autoridades de esa época. En la reforma estatutaria de 1996 para adecuarse a la Ley de Educación Superior (1995), una disposición transitoria -Art. N° 136- estableció que las carreras dependientes de Rectorado debían pasar a depender académicamente de Facultades existentes en el término de tres años. El plazo estipulado no se cumplió.
En 2006 se inició un proceso de normalización institucional, no exento de tensiones entre el alumnado, cuerpo docente y autoridades, que finalmente arribó a buen puerto, con la incorporación de la carrera a la Facultad de Humanidades y la creación del Departamento de Comunicación Social a finales de 2009. La institucionalización definitiva permitió, en primer lugar, la normalización de los cargos docentes por concurso de antecedentes y oposición que implican una renovación generacional en el plantel docente con muchos egresados y egresadas de la misma carrera, que incluso ya contaban con formación de posgrado. La inserción en centros de investigación como el IIGHI y el CES permitieron en una primera etapa la integración en grupos y proyectos de investigación, y en una segunda, la validación de proyectos propios surgidos del departamento. Este proceso, permitió la formación doctoral de varios docentes que hoy ya incluso son profesores titulares e investigadores reconocidos del campo.
El crecimiento de la formación docente, la investigación y la extensión entre las tareas principales de un Departamento que cumplirá 15 años en pocos meses es indudable. En los últimos años se sumaron dos logros muy significativos como la creación del Instituto de Investigaciones en Comunicación Social -IIComS- y lo más reciente, la creación del Laboratorio de Comunicación y Medios junto a la etapa final de un profundo, participativo y autogestionado proceso de cambio curricular que aspira a actualizar la formación de periodistas y comunicadores de la región para un futuro complejo e incierto del campo.
Un presente de cambios, riesgos y oportunidades
El mundo de la comunicación y el periodismo atraviesan procesos de cambio trascendentales y acelerados, que configuran una crisis, pero también una oportunidad. Las modalidades de trabajo del periodismo tradicional sufren transformaciones que se agudizaron y amplificaron por la pandemia.
Las consecuencias perturban a las empresas de medios, y a los trabajadores profesionales de la prensa. En el caso de las empresas porque afectan su rentabilidad y porque el modelo emergente de negocios con contenidos digitales pagos, aún no puede generar los mismos ingresos equivalentes al que poseían los tradicionales, ni conllevan el mismo valor los ingresos publicitarios que producen.
En el campo laboral se han perdido miles de puestos de trabajo en el sistema de medios.
Aunque tímidamente emerge una oportunidad, porque los avances tecnológicos, la convergencia digital y las plataformas posibilitaron nuevas modalidades de acción no tradicionales para los profesionales de la comunicación, que implican la posibilidad de generar sus propios medios para poner en circulación contenidos periodísticos que se producen con herramientas tecnológicas que están al alcance con menor costo.
En nuestro caso las condiciones que reviste el campo profesional de la comunicación y el periodismo en el NEA se caracterizan por ser un ámbito pequeño, fragmentado, precarizado y con sobre exigencias de multitareas a los trabajadores y trabajadoras.
A este panorama podemos sumar las problemáticas y perspectivas intrínsecas y extrínsecas de la formación en nuestra carrera de comunicación social, y que tienen que ver posiblemente con su trayectoria, irregular hasta 2009, cuando al fin se creó el Departamento de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y la carrera pasó a integrar la unidad académica para comenzar a escribir una nueva historia.
Más de cuarenta años de impacto en la formación de camadas de periodistas han dejado huella en los medios de comunicación y también en lo que hoy conocemos como el mundo digital de la información; sin dudas, trayectorias relevantes de los egresados y egresadas que se destacan en los distintos formatos y géneros de la prensa, para contar historias, sucesos, crónicas y opinión, con calidad informativa y compromiso ciudadano.