INTELIGENCIA ARTIFICIAL APLICADA
Adrián Turjanski: “En Argentina la biotecnología es una de las Industrias más pujantes”

 

La biotecnología es uno de los campos de la ciencia con amplio abanico de posibilidades para el desarrollo de bienes y servicios. La producción de vacunas, de nuevos medicamentos o la búsqueda de diagnóstico para una rara enfermedad son algunas de sus aplicaciones. Pero también es un campo prometedor para potenciar una industria, o incluso buscar soluciones a problemáticas ambientales.

Así lo explicó Adrián Turjanski, director del Laboratorio de Bioinformática Estructural, perteneciente al Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA-CONICET), en diálogo con Radio UNNE: “El campo de aplicación es enorme y en Argentina la biotecnología es una de las industrias más pujantes e importantes, fundamentalmente para el crecimiento de las empresas”.

La capacidad de analizar cantidades masivas de información que caracteriza a los sistemas de inteligencia artificial aquí se fusiona con los hallazgos científicos: “La industria biotecnológica busca solucionar los grandes problemas que tenemos como humanidad, y con la inteligencia artificial podemos mejorar los productos que llegan a la gente y la competitividad en el sector privado argentino, y para exportar y desarrollarse más”, destacó.

Para potenciar la transferencia de conocimientos, la ciencia de datos es clave. Como ejemplo, el investigador independiente del CONICET planteó que en el desarrollo de un nuevo fármaco con la inteligencia artificial se puede determinar qué molécula será más sencilla de producir: “Antes había que hacer ensayo y error, hacer muchas pruebas. Ahora nos puede resolver preguntas de ese tipo”, aseguró.

Apuntó que a eso se lo llama bioprospección, y se trata de la exploración de la biodiversidad para la identificación de organismos, biomoléculas o genes útiles para la industria. “La inteligencia artificial nos puede ayudar a entender cómo funciona una célula y modificarla, a partir de información disponible acelerando el procesamiento de los datos. Además de reducir costos, mejora la efectividad”, sostuvo el catedrático en diálogo con la 99.7.

Turjanski explicó que en Argentina es un campo que promete por el volumen de desarrollo biotecnológico que se encuentra estrechamente vinculado a la agroindustria: se utilizan sistemas biológicos para potenciar la producción agrícola a través de cultivos transgénicos para mayor adaptación y rendimiento, para incrementar la producción ganadera e incluso en la industria forestal para la aplicación de biorremediación y recuperación de los suelos.

Ante las inquietudes en torno a si la inteligencia artificial reduciría los puestos de trabajo, Turjanski aseguró que por el contrario “se necesita cada vez más recurso humano que pueda interactuar en este mundo interdisciplinario”. Explicó que la flexibilidad, la capacitación y la actualización constante en ciencia de datos para quienes trabajan alrededor de carreras vinculadas con la biología es una de las claves para comprender las potencialidades de la bioinformática.

“La industria biotecnológica busca solucionar los grandes problemas que tenemos como humanidad, y con la inteligencia artificial podemos mejorar los productos que llegan a la gente y la competitividad en el sector privado argentino, y para exportar y desarrollarse más”.

“Se trata del manejo de varias tecnologías, y no de una disciplina cerrada como la entendíamos antes. Lo llamamos interdisciplina porque dada la velocidad con la que están ocurriendo estos cambios la manera de adaptarse no es sentarse y estudiar otros cinco años otra carrera, sino con capacitaciones y actualizaciones. Es lo que estamos visualizando dentro del campo y algo que las empresas y centros educativos van también comprendiendo”, sostuvo Turjanski

Biólogos, médicos, bioquímicos, bioingenieros pueden potenciar su trabajo, mejorar lo que están haciendo e incluso reinsertarse en un nuevo trabajo aprendiendo ciencias de datos: “Un bioinformático tiene que entender cómo funciona una planta, un animal, una célula. El bioinformático entiende de los dos mundos y puede procesar esos datos aplicando la inteligencia artificial. Viene a ayudar a toda la gente que tiene títulos de grado en esas áreas para desarrollarse en sus carreras en función de sus intereses, pero de manera sinérgica”, apuntó.