Una iniciativa del CECOAL (CONICET-UNNE), seleccionada en una convocatoria nacional, estudiará el impacto de distintas amenazas para las aves de pastizal en esta ecorregión correntina. El objetivo final es aportar pautas de manejo para la conservación de las especies más vulnerables.
El conocimiento de la reproducción y uso de hábitat de las especies amenazadas es necesario para estimar el riesgo de extinción y efectuar acciones de conservación.
En particular, las aves de pastizal representan un grupo de creciente interés para la ciencia, debido a que dependen específicamente del ecosistema del pastizal para su alimentación, reproducción y refugio, siendo este uno de los ambientes del país más afectados por el avance de actividades productivas y la expansión urbana.
Desde hace 10 años el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), instituto con codependencia del CONICET y de la UNNE, trabaja en el estudio de este tipo de aves en ecosistemas de la región nordeste.
El proyecto «Conservación de las aves amenazadas de pastizal en los Esteros del Iberá» fue seleccionado en el marco de la convocatoria PICT 2022 (Proyectos de Investigación en Ciencia y Tecnología) de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.
La investigación estará a cargo del Laboratorio de Biología de la Conservación del CECOAL y la colaboración de profesionales de otras áreas de ese centro científico, y buscará profundizar el conocimiento de distintas amenazas, como la ganadería y los incendios, para un grupo de aves de pastizal en este sitio natural de gran biodiversidad de la provincia de Corrientes.
El estudio incluirá a las especies Yetapá de Collar, Capuchino Iberá, Monjita Dominica y el Capuchino Canela.
«Iberá representa un hábitat muy particular para las aves de pastizal, por lo cual consideramos necesario conocer en mayor detalle cómo las actividades productivas, fenómenos como los incendios o sequías, y otros factores pueden estar afectando aspectos reproductivos y ecológicos en este grupo de aves», explicó Melanie Browne, doctora en Biología por la Universidad Nacional del Nordeste y autora del proyecto.
La iniciativa cuenta, además, con la participación del Dr. Adrián Di Giácomo, la Dra. Cecilia Kopuchián, el Dr. Jonás Rosoni, el Lic. Juan Francisco Cataudela y el Lic. Simón Kraemer.
ESPECIES DEL ESTUDIO
La Dra. Browne señaló que en el estudio se incluyeron especies con distinto grado de vulnerabilidad y que ya vienen siendo estudiadas por el CECOAL en distintos ambientes.
El Yetapá de Collar (Alectrurus risora) es una especie que sufrió la reducción de su distribución original en un 90% debido a la desaparición de los pastizales naturales de Argentina.
En la actualidad persisten algunas poblaciones en las provincias de Formosa, Chaco y Corrientes, y está considerada amenazada de extinción a nivel global (categorizada como “Vulnerable”), y se esperan más disminuciones poblacionales debido a la intensificación agropecuaria.
El Capuchino Iberá (Sporophila iberaensis) es un ave de apenas ocho gramos, originario y habitante de los pastizales del humedal correntino, y cuya existencia se descubrió para la ciencia en el 2016 por parte de investigadores del CECOAL.
Desde su descripción, se la categorizó como “En Peligro”, es decir, globalmente amenazada, dado que su población es muy pequeña en relación a otras especies de aves y se conoce un solo sitio de reproducción. Se estima una población muy escasa, de tan solo 1.000 individuos, y que habita principalmente los Esteros del Iberá.
La Monjita Dominica (Heteroxolmis dominicanus) es una ave categorizada como “Vulnerable” y especialista de los pastizales que habita los bañados del noreste argentino, Uruguay y el sudeste de Brasil. Se conoce poco sobre las características de sus sitios de nido y su éxito reproductivo.
En tanto, el Capuchino Canela (Sporophila hypoxantha) es considerada relativamente común en sus hábitats naturales. Fue incluida en el estudio al tratarse de una especie que se alimenta de las semillas de los pastizales naturales de la región, por lo que es indicadora del estado de conservación de estos.
Además, se trata de una especie que, en conjunto con el Capuchino Iberá y otras especies del género Sporophila, se encuentra en una “radiación evolutiva”, es decir, con tendencia a procesos de especiación.
Esta línea de investigación es liderada por colaboradores del proyecto del Laboratorio de Biología Molecular del CECOAL.
RELEVANCIA
La Dra. Browne resaltó que en Iberá se cuenta con buenos niveles de representación de ejemplares de estas especies, lo cual favorece la realización de estudios en diversos aspectos.
Además, Iberá alberga pastizales muy bien conservados, de relevancia para trazar comparaciones con áreas de mayor alteración o degradación.
«El proyecto favorecerá la realización de estudios a largo plazo»
Asimismo, como el Laboratorio de Biología de la Conservación del CECOAL trabaja hace varios años en estos ambientes, se cuenta con información de base que permite estimar la incidencia de distintos factores sobre aspectos reproductivos y ecológicos de las aves de pastizal, como ser el impacto de los incendios de los años 2021-2022 que afectaron seriamente a la reserva natural y al parque nacional.
También se podrán realizar comparaciones de años secos y años húmedos, así como la incidencia de las ya mencionadas actividades productivas.
PERSPECTIVAS
“El proyecto seleccionado favorecerá los objetivos del Laboratorio de Biología de la Conservación del CECOAL de poder sostener investigaciones de largo plazo sobre estas aves”, resaltó la responsable del estudio.
Para concluir, reiteró que esperan poder aportar a profundizar el conocimiento de las diversas amenazas para estas especies, y principalmente a propiciar pautas de manejo para su conservación y la gestión de los ambientes que habitan.