Un proyecto de investigación de la Facultad de Humanidades de la UNNE busca reconstruir los significados que representa la educación para las comunidades rurales, profundizando la mirada sobre la educación rural como un espacio “vital y pedagógico”, donde el vínculo no se restringe al encuentro “docente-estudiante” dentro del aula.
Si bien las escuelas son reconocidas como instituciones de importancia, en las zonas rurales toman un protagonismo especial.
Sin embargo, las políticas públicas educativas sostienen modos homogéneos de educación para distintos contextos.
En el caso de la educación rural, es escasa la producción político-curricular específica para estos ámbitos; lo que afecta la posibilidad de desarrollo de una formación integral y de calidad.
En ese contexto, surgió el proyecto “la educación primaria en contextos rurales. Aproximaciones al vínculo pedagógico como construcción impropia”, se realiza en el marco de una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas, del Consejo Interuniversitario Nacional, y está a cargo de Nicolás Cáceres, Profesor en Ciencias de la Educación, y la dirección del Dr. Claudio Núñez, integrantes del “Grupo de Estudios sobre Pedagogías, Narrativas y Educación Pública” del Instituto de Investigaciones en Educación de la Facultad de Humanidades de la UNNE.
El estudio se lleva a cabo en la Escuela Nº 684 “Pedro Sáez”, una institución creada por iniciativa vecinal, ubicada en Villa San Isidro, un pueblo de 300 habitantes en el municipio de Manuel Derqui, del Departamento de Empedrado en la Provincia de Corrientes.
Se trata de un establecimiento escolar con poco más de 30 alumnos, reconocida como escuela de “plurigrado” o de “aulas de secciones múltiples”.
“El objetivo es mirar esta escuela como estudio de caso, y que esta experiencia de acercamiento nos abra la mirada sobre el rol que cumple la educación rural”, comentó el Prof. Nicolás Cáceres y amplió que la realidad en cada espacio rural varía, no es homogénea.
Explicó que en los estudios que abordan los vínculos pedagógicos sobresale el enfoque que entiende dicho vínculo como equivalente a los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Pero existe también una vertiente, menos desarrollada, que entiende el vínculo pedagógico como “relacional”, como aquello que mantiene unidas a las personas en torno a un objeto específico, en este caso la escuela.
Este segundo enfoque es el que orienta esta investigación que, desde la voz de referentes institucionales y de la comunidad, busca pensar por qué la escuela es importante en un territorio rural.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para el trabajo, se realizan entrevistas, observaciones áulicas, de jornadas y eventos en la comunidad, y análisis documental y normativo, entre distintas herramientas para acercarse al fenómeno de estudio.
Según las primeras observaciones del estudio, “la escuela siempre tuvo, y sigue teniendo importancia en esa comunidad rural. Es una institución que no pasa desapercibida”, comentó el autor del estudio.
Agregó que quienes integran la comunidad participan de las actividades de la escuela, incluso quienes no tienen hijos o hijas en edad escolar. “La escuela se convierte así en el espacio físico y simbólico que nuclea y reúne a la comunidad”.
De las entrevistas realizadas, fueron comunes las apreciaciones respecto a la escuela como una institución social que representa una posibilidad de futuro, de superación personal y comunitaria.
En la zona de referencia no existe oferta de educación secundaria.
Por ello, quienes finalizan el nivel primario no siguen estudiando o deben hacerlo en otros lugares alejados, lo que, comúnmente, implica que las familias emigren del pueblo para que sus hijos sigan estudiando.
En ese aspecto, se destaca que la escuela refleja, y contiene, gran parte de las problemáticas sociales que traspasan a las comunidades rurales, como la dificultad de acceso a servicios básicos, y la falta de oportunidades de progreso, y en particular situaciones de vulnerabilidad vinculadas a la infancia.
“En medio de esa realidad, son comunes las voces que ven en la escuela una posibilidad de salvación, en esa educación básica de primaria la única forma para que el pueblo tenga esperanzas de un futuro mejor”, destaca el investigador.
Por ello, subraya, “queremos captar las perspectivas subjetivas de los distintos participantes del ámbito escolar en territorio rural, para poder así generar reflexiones acerca de cómo se construyen las relaciones en la educación rural y poner en valor la construcción colectiva sobre la escuela rural”.
El Prof. Cáceres reiteró que esperan que el estudio represente un aporte al abordaje de la educación rural porque es una modalidad educativa de relevancia, en especial para Corrientes y la región.
En la provincia de Corrientes funcionan 906 escuelas primarias comunes, de las cuales el 70% son rurales. Existen más de 23 mil estudiantes que asisten a establecimientos rurales y más de 2.600 cargos docentes en áreas de campo.
ESTUDIO MAYOR
Esta investigación se inscribe en un estudio mayor denominado “Narrativas sobre la educación pública. Pedagogías y voces para pensar la escuela” del “Grupo de Estudios sobre Pedagogías, Narrativas y Educación Pública” (GEPNEP) que funciona en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Facultad de Humanidades de la UNNE.
Dicho estudio es dirigido y coordinado por un equipo integrado por el Dr. Claudio Núñez, la Dra. Ileana Ramírez y la Dra. Maia Acuña.
Además, está conformado por docentes, investigadores e investigadoras de la UNNE, de México y España, y de otras instituciones argentinas, así como becarios y becarias doctorales, de maestría, de grado y estudiantes de grado.
El grupo ubica a la pedagogía en el centro del debate y en la construcción de sentidos sobre la educación pública, a partir de recuperar las voces de distintos actores del sistema educativo.
El director del estudio, Dr. Claudio Núñez, destacó la importancia de plantear investigaciones que recuperen el valor que la escuela pública tiene en la vida de las personas y de las comunidades, lo que implica la restitución del tejido social ampliamente destruido, del reconocimiento del lugar del Estado en el sostenimiento de estas instituciones y de la responsabilidad social de las instituciones públicas en la construcción de sociedades más justas y equitativas.