Eugenia Zampar, estudiante de Licenciatura en Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE, dará tratamiento estadístico al relevamiento de datos existente sobre este fenómeno climático. Su aporte permitirá relacionar los fenómenos de olas de calor con los eventos del niño y la niña.
En los primeros tres meses del 2023 la Argentina soportó ocho olas de calor, dejando muy atrás el registro de tres, que suelen registrarse en los veranos ó las cuatro o cinco que suelen darse en años con temperaturas muy extremas.
Si bien no hay una definición universal, para el Servicio Meteorológico Nacional una “ola de calor” se la entiende como un “periodo donde las temperaturas máximas y mínimas diarias superan o igualan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores umbrales que dependen de cada localidad”.
Hay registros que siguen de cerca a las olas de calor para conocer con precisión su incidencia y periodicidad. A ese desafío se sumó Eugenia Zampar, estudiante de la Licenciatura en Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE, quien mediante una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN), estudiará “Las olas de calor en la República Argentina durante el período 1961-2021”.
“La investigación permitirá saber si las olas de calor son un fenómeno que se fueron incrementando a lo largo de los años o si hay periodos de mayor frecuencia y otros de menor frecuencia”, comentó Zampar sobre los alcances de su trabajo. También se pondrá en evidencia la “relación de las olas de calor con los eventos del Niño y la Niña”.
El estudio es dirigido por la doctora Patricia Snaider, Profesora Titular del Seminario de Fisiografía y adjunta de Climatología, ambas asignaturas del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades, UNNE.
“El relevamiento y análisis que realizará Eugenia Zampar es de gran importancia para el ámbito de la Climatología ya que indagará sobre los valores de temperaturas máximas extremas que registraron las estaciones meteorológicas, realizando tratamientos estadísticos, gráficos y cartográficos, para reconocer la frecuencia, duración y magnitud de las olas de calor”, detalló la doctora Snaider.
¿Qué motivos llevan a estudiar este fenómeno entre 1961-2021?
Las olas de calor necesitan ser estudiadas a largo plazo para reconocer sus patrones de distribución espacial, temporal y su variabilidad. Es posible que en los últimos años se hayan presentado con mayor recurrencia y de forma extrema en la Argentina, lo que podría haber generado alteraciones y afectado tanto en el ambiente como en la población.
“Las olas de calor necesitan ser estudiadas a largo plazo para reconocer sus patrones de distribución espacial, temporal y su variabilidad”.
Incremento. El trabajo científico que lleva adelante la estudiante de Licenciatura en Geografía, parte de una hipótesis que deberá ser corroborada: en la Argentina las olas de calor fueron incrementándose en los últimos 60 años, tanto en frecuencia como en duración.
El proceso de investigación que utilizará se basa en el método cuantitativo, con una recopilación previa de datos aportados por organismos gubernamentales nacionales y privados internacionales.
Asimismo el relevamiento estará complementado por cartografía, imágenes satelitales, la compilación y depuración de datos meteorológicos de temperaturas máximas extremas y promedio (anuales y diurnas).
La fase final del trabajo consistirá en el diseño de gráficos y cartografía, este último con la implementación de los Sistemas de Información Geográfica respectivos.
La fase final del trabajo consistirá en el diseño de gráficos y cartografía
Con el aporte de estas herramientas gráfico-cartográficas, permitirá visualizarse el comportamiento de las olas de calor, su evolución, el incremento de frecuencia de ocurrencia, duración tanto diurnas como mensuales y anuales, distribución diferencial en el espacio, y la ocurrencia del fenómeno en lugares poco habituales en los últimos 60 años sobre el territorio argentino.