Un proyecto de investigación de la UNNE y CONICET analiza la incidencia de cambios climáticos de los últimos 21 mil años sobre la distribución geográfica de cuatro tipos de gramíneas en Sudamérica, y de esta forma generar datos de relevancia para inferir escenarios futuros para la conservación de las especies. Los pastizales constituyen ambientes con alto grado de amenaza de conservación.
En materia de conservación de ambientes se menciona con habitualidad la necesidad de conservar los bosques.
Pero existe un tipo de ambiente que está desapareciendo o su distribución se reduce significativamente y son los pastizales, que brindan numerosos servicios ecosistémicos.
En ese contexto, un estudio interdisciplinario e interinstitucional busca aportar conocimientos sobre los escenarios presente y pasados de pastizales de Sudamérica ante situaciones de cambio climático, específicamente sobre cuatro especies de gramíneas megatérmicas de zonas muy cálidas.
Se trata de la “Paja Brava” o Coleataenia prionitis, la “Paja Colorada” o Andropogon lateralis, la «paja boba» o Paspalum intermedium y el «simbol» o Cenchrus Pilcomayensis, especies nativas de esta región continental.
Para llevar a cabo estos estudios se trabaja con “Modelados de nichos ecológicos”, los cuales permiten analizar la distribución potencial actual de las especies y su paleodistribución de los últimos 21.000 años antes del presente.
El estudio está a cargo la alumna Camila Tamara Báez, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNNE (FaCENA) y del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, UNNE-CONICET), junto con las investigadoras Silvina Contreras (FaCENA-UNNE y CECOAL) y Gisela Via Do Pico del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, UNNE-CONICET).
DETALLES DEL ESTUDIO
Con ese fin, se recolectan datos de coordenadas geográficas de los sitios en los que se encuentran las especies de pastos seleccionados, y datos climáticos-ambientales del área de estudio (Sudamérica).
Luego, por medio de diferentes tipos de análisis de correlación, llevados a cabo usando programas informáticos, se obtiene un mapa actual de distribución potencial de las especies en Sudamérica.
De allí, utilizando este mapa actual, se realiza la proyección de los diferentes escenarios climáticos hacia el pasado. De esta forma, combinando los datos actuales y del pasado se pueden inferir los efectos de las condiciones ambientales y climáticas sobre la distribución de las especies.
Así mismo, para constatar su presencia con aquellas dadas por las predicciones generadas con los modelos de paleodistibución, se analizan los registros fósiles que estén presentes en las zonas con alta probabilidad de ocurrencia. Y se observa si las condiciones climáticas y ambientales son similares a aquellas que habitan las especies seleccionadas para el estudio.
PRIMEROS RESULTADOS
En el marco del estudio se lograron avances significativos en los modelos de las cuatro especies estudiadas.
Según los resultados de los modelados de nicho ecológico obtenidos, las especies ampliaron su área de distribución potencial debido a los cambios climáticos ocurridos en los últimos 21 mil años en Sudamérica, a excepción de la de Paja Brava (Coleataenia prionitis) cuya distribución se vio disminuida.
La reducción del área de distribución de la Paja Brava podría explicarse por las variaciones climáticas cuaternarias, como respuesta a eventos más fríos y/o secos.
Su distribución potencial durante el Último Máximo Glaciar se redujo principalmente a un sector de la Región del Chaco Oriental, aumentando su área distribución a lo largo del Holoceno.
De acuerdo con las inferencias del equipo a cargo del estudio, ello podría relacionarse con la reducción de los caudales de los ríos en períodos secos. Diferentes estudios muestran qué, en la Región del Chaco y otras regiones vecinas, durante los periodos glaciares las diferencias climáticas más marcadas estaban relacionada a una reducción en las precipitaciones.
La paja Brava está muy relacionada con el agua en cuanto a su distribución. Es una especie que crece sobre los valles inundables de arroyos y ríos, que son alcanzados por las inundaciones.
El modelado de nicho ecológico del presente predijo de manera precisa la distribución conocida de la especie, abarcando principalmente el Chaco Oriental, el Bosque Atlántico, el Espinal, las Sabanas inundables del Paraná, las sabanas Mesopotámicas del Cono Sur y las Sabanas Uruguayas.
PERSPECTIVAS
“Esperamos finalizar con el estudio de los modelados de las cuatro especies para poder obtener conclusiones más precisas” destacaron las autoras del estudio.
Reiteraron que este tipo de estudio de “Paleodistribución” son de relevancia para los escenarios futuros de la biodiversidad, pues mirar al pasado posibilita encontrar indicios de cómo distintas variables, climáticas, ambientales y otras, incidieron en la evolución de las especies y los ecosistemas.