Así se refirió en su primer mensaje público, el flamante rector de la UNNE, profesor Omar Larroza.
“Decía en la Asamblea Universitaria del 22 de junio que este logro era el fruto de un camino que vengo transitando desde hace muchos años, algunas veces en soledad, otras veces con mis seres queridos, que compartieron desencantos, desvelos y alegrías. Ahora, desarrollado con un grupo de decanos, decanas, docentes, investigadores, estudiantes, no docentes, graduados y graduadas que conformaron un gran equipo de trabajo con los que transformamos este sueño en propuestas concretas.
Quiero dirigirme a la comunidad universitaria de la UNNE, y con estas palabras, compartir con los presentes, varios sentires, ideas y compromisos sobre los que vengo trabajando estos meses, y que se han actualizado en estas últimas semanas.
En medio de mis días de intenso trabajo proactivo, también me he tomado tiempo para reflexionar sobre los por qué y los para qué, de lo acontecido y me permito compartir con ustedes algunas de esas reflexiones.
Es de público conocimiento, que la Asamblea Universitaria de la UNNE dio cuenta de su madurez democrática al reflejar varios posicionamientos.
Considero que después de muchas décadas, los acuerdos o consensos mayoritarios en lo explícito, esta universidad pudo abordar con madurez el ejercicio de sus mecanismos democráticos, a través de un proceso dialogado, intenso y que ya comenzó a dar sus frutos.
A partir de ello: Es tiempo de pasar a una nueva etapa, de construir lo nuevo, reconstruir lo que hay que reparar y fundamentalmente, cambiar aquello que nos dificulta el crecimiento, la visibilidad y la referencia como centro formador y productor de conocimiento, de prácticas de excelencia.
Retomo los principios de acción compartidos con ustedes y ajustados a partir del intercambio realizado con los consejos directivos y la comunidad en general, dijo Larroza.
Ellos se constituyen a partir de hoy en una plataforma que guiarán los planes, programas y proyectos que las diferentes dependencias diseñarán y propondrán, entretejiendo una comunidad diversa pero con un objetivo común: “Crecer a través de la innovación, la transparencia de sus procesos y decisiones, y la búsqueda del bien comunitario.
Hasta ahora, la universidad ha garantizado plenamente la formación de profesionales de excelencia en diversos campos disciplinares, que ha proyectado a líderes y funcionarios de los gobiernos y de la sociedad civil, manifestó.
Nuestro esfuerzo estará destinado, además, en colaborar con los gobiernos provinciales, en la inserción de proyectos y programas que contemplen, la complementación y/o implementación de políticas públicas que surjan de las bases del diálogo representativo, focalizadas u orientadas al desarrollo social, económico y productivo local y regional.
Trabajaremos incansablemente con los actores universitarios, en un plan de modernización de la burocracia institucional para que la mejora cumpla su función: estar al servicio de la resolución de los problemas y cuestiones de la institución. Esta modernización de los procesos orientados al gobierno digital va de la mano con la gestión sustentable y respetuosa del medio ambiente.
Cada dependencia, analizará en profundidad sus procesos y trabajará en propuestas factibles para agilizarlos y transparentarlos.
Los gestores universitarios docentes y no docentes, hasta el día de hoy, nos formamos a través de la experiencia y de las oportunidades que nos brinda la tarea cotidiana de la gestión, es fundamental garantizar desde la misma institución, procesos de profesionalización de sus cuadros de gestión.
Para ello trabajaremos en programas de grado y posgrado gratuitos, con recursos propios y con la ayuda de los gremios que tienen a la formación como eje de desarrollo.
Una universidad moderna debe innovar en sus prácticas formativas y la innovación no sólo implica un cambio metodológico, sino, un cambio de concepciones epistemológicas, concepciones sobre nuestra relación con el conocimiento académico y científico.
Nuestro acceso a la información y el conocimiento que debe ser gestionado desde plataformas digitales y bibliotecas físicas; concepciones laborales y de profesionalización continua, y concepciones más humanas que puedan atender a las personas con diversidad de necesidades y las incluya efectivamente.
Como lo señalábamos en los principios de acción, una organización que no utiliza la evaluación permanente en todos sus procesos y producciones, no puede reconocer en profundidad sus debilidades y fortalezas, y por lo tanto, aprende poco de su propia experiencia.
Es por ello, que la cultura organizacional tendrá a la Evaluación como proceso clave para la mejora permanente, tanto en cuestiones administrativas micro y macro, como en las diferentes funciones de la institución.
Las políticas de evaluación institucional no pueden generarse como instancias cada 6 o más años, sino que vamos a institucionalizarlas con comisiones permanentes representadas por todas las facultades y sectores que puedan monitorear los avances y retrocesos que se vayan desarrollando, analizando sus causas y diseñando alternativas de acción para la mejora.
Haremos uso y desarrollaremos al máximo de nuestras posibilidades del pensamiento crítico y el encuentro de diferentes disciplinas y especialidades para atender estas necesidades más complejas.
Resulta dificultoso torcer una tradición, pero cuando ésta no tiene más justificativo que la tradición misma, podemos y debemos reinventarla.
Es por ello que se trabajará también en la reestructuración o creación de programas centrales: Formación Docente continua, UNNE Virtual, Formación de gestores universitarios, Evaluación y Desarrollo Curricular, Formación para el sector no-docente, entre otros. (Ovación de la audiencia)
A su vez, retomar los avances vinculados a la actualización y ajustes de la normativa de carrera docente, la homologación completa del convenio colectivo de trabajo de los docentes, el respaldo para la regularización de los concursos no docentes y el desarrollo completo de los manuales de misiones y funciones de todas las dependencias de la universidad. (El público vuelve a aplaudir masivamente)
El posgrado en la UNNE necesita de una reestructuración, para que el trayecto formativo que pueda recorrer cualquier profesional inicie con cursos, diplomaturas superiores, continúe con especializaciones, maestrías y doctorados que se vinculen y reconozcan entre sí, como trayectos formativos que garantizarán al cursante una experiencia compleja de perfeccionamiento.
La recorrida por las facultades me brindó mayor claridad sobre la gran preocupación que existe sobre la dimensión investigación, preocupación que compartíamos con algunos, y que luego de las visitas se extendió a toda la universidad.
Debemos revisar en conjunto los criterios de distribución de fondos a los grupos de investigación y mejorar los montos de incentivos; vamos a trabajar también sobre un plan de incorporación por concursos de profesores investigadores noveles que estén por completar los ciclos de becas de posgrado, y mejorar la cantidad de becas cofinanciadas con organismos nacionales e internacionales. (Aplausos de los presentes nuevamente).
Además de los fortalecimientos internos que urgen, trabajaremos por estrechar lazos con organismos nacionales e internacionales que den visibilidad a la UNNE como productora de conocimiento; y la articulación con los Ministerios de Ciencia y Tecnología de las Provincias y demás instituciones del quehacer científico nacional y regional.
En Extensión trabajaremos en un plan de vinculación con los sectores productivos y tecnológicos y demás organismos sociales para fortalecer el trabajo conjunto al servicio de la comunidad, y en la curricularización de las actividades de extensión que permitirá la visibilización de las experiencias desarrolladas para que se puedan reconocer como parte de la propuesta educativa de las asignaturas, los conocimientos construidos en estos espacios.
Entre los temas transversales a profundizar se presenta el desarrollo de una política
universitaria con perspectiva de género, crearemos una dependencia que pueda avanzar en el pleno desarrollo de las acciones vinculadas a la capacitación, el asesoramiento y la contención ante situaciones que lo ameriten.
El seguimiento estudiantil y del graduado y graduada es central en nuestra gestión.
Trabajaremos en el fortalecimiento de políticas de acompañamiento económico, de esparcimiento, de orientación y contención psicopedagógica y social, y de prestación de servicios de salud.
Continuaremos con el acompañamiento a los pueblos originarios como iniciativa que ha comenzado a dar resultados de los cuales estamos orgullosos. Las políticas de inclusión que atienda a poblaciones vulnerables, serán una prioridad transversal, a veces escasamente visible, pero fundamental para el logro de una educación superior que sea accesible y efectivamente democrática.
Otra perspectiva para comprender y desarrollar la inclusión refiere a trabajar la internacionalización desde una mirada más amplia, desde la cual nuestros estudiantes y profesores puedan contar con esa valiosa experiencia desde la modalidad virtual, y no solamente presencial.
Esta incorporación en términos de opciones entre las modalidades permitió y permitirá ampliar el número de experiencias de internacionalización potentes para la mejora de los procesos de formación. A su vez, se fomentarán a través de convocatorias específicas a sumar acciones de internacionalización de nuestras propias propuestas formativas.
Desde la vinculación con el nivel medio, el ingreso efectivo, la permanencia adecuada para la formación profesional, la graduación y su inserción laboral son etapas que serán consideradas para reconfigurar programas de acompañamiento estudiantil, y que tomaremos como base la actualización y el relevamiento de las investigaciones curriculares que se pongan en juego.
En este período crearemos el observatorio de “Graduados UNNE” que lleve adelante programas de indagación rigurosos y extendidos para el seguimiento de los primeros años de inserción laboral que permita una retroalimentación efectiva para las carreras con información fidedigna sobre su incidencia profesional y profesionalizante.
A su vez, este observatorio trabajará de cerca con los diferentes organismos profesionales, que podrán completar nuestra mirada respecto de las necesidades formativas en los campos de inserción laboral.
Una preocupación permanente que se presentó en todas las facultades que visitamos refirió a la infraestructura, su mantenimiento, adecuación y desarrollo. Las situaciones relevadas revisten diferentes grados de urgencia, pero demandan apoyo para su desarrollo.
Trabajaremos en el diseño de un plan maestro de infraestructura que recupere los avances y relevamientos ya realizados y los complete, para materializarlos en función de los recursos que se vayan disponiendo y gestionando.
“Deudas por las cuales luchar”
Cerró su mensaje dirigiéndose al público presente diciendo “amigos y amigas de la militancia de ayer, de hoy y de los años que vienen, a quienes saludo y agradezco muy especialmente:
Hablar de la Reforma del ‘18 me remonta a mis primeros ideales estudiantiles, esos que forjan a fuego la cabeza y el corazón universitario.
En cada ámbito EN EL que me toca trabajar me acompaña siempre el cuadro
del Manifiesto Liminar
Recordar la pluma magistral de Deodoro Roca y de quienes escribieron esas primeras demandas que se transformaron en deudas por las cuales luchar. Esos jóvenes del ‘18 que se dirigieron a los hombres libres de América del Sur, hoy, a más de 100 años de este llamado, somos muchas las personas libres de este territorio que nos hacemos eco de este planteo, el cual nos compromete a seguir identificando las deudas pendientes.
Éstas deudas vienen con nuevos formatos, siguen amenazando los principios de libertad, gratuidad y la educación como bien público y social, donde el estado y quienes gestionamos desde cualquier rol que nos toca desempeñar, debemos garantizarlos.
“Necesitamos SER UNNE y no sólo trabajar o estudiar en la UNNE”
Tenemos por delante grandes desafíos; desafíos operativos para la mejora de la gestión cotidiana y que demandan cambios profundos en nuestra cultura institucional y social.
Sabemos que esos cambios que nos desafían, van a demandar toda nuestra inteligencia emocional e intelectual, todo nuestro compromiso ético y moral. Soy plenamente consciente que es imposible abordarlos desde un liderazgo en solitario, necesitamos SER UNNE y no sólo trabajar o estudiar en la UNNE; necesitamos materializar el futuro en un presente que nos encuentre fortalecidos en nuestras diferencias, potentes a partir de nuestra diversidad y capaces por formación y trayectoria.
El himno universitario entre sus frases más bonitas expresa “Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes” y nos mantendremos jóvenes si tenemos proyectos que nos desafíen.
Querida comunidad de la UNNE, alegrémonos porque tenemos una nueva oportunidad para desarrollar esos proyectos pendientes y desarrollar lo que pensamos..
Este es nuestro tiempo, tiempo de construir juntos la UNNE que merecemos
