La Universidad Nacional del Nordeste incorporó nanotecnología que ampliará la capacidad de trabajo del Instituto de Medicina Regional en materia de análisis del virus causante del COVID-19. Del equipamiento, que incluye diversos equipos y está valuado en 150 mil dólares, se destaca el secuenciador de ADN y ARN MinION Mk 1C considerado revolucionario y lo más avanzado que se utiliza hoy en el mundo para estudiar al SARS-CoV-2. Con la adquisición de este dispositivo portátil desarrollado en Reino Unido, en el IMR de la UNNE se empezará a secuenciar el virus a partir de muestras locales y así se podrá identificar variantes circulantes en la región.
“Se trata de un secuenciador del genoma de cualquier material genético”, dijo el Dr. Luis Merino, director del IMR, sobre el aparato desarrollado por la empresa británica Oxford Nanopore Technologies. “Es para determinar la composición química del ADN, la composición nucleótica”, aportó el Dr. Horacio Lucero y ratificó que se utiliza para distintas áreas de la ciencia. “Puede usarse con virus, bacterias, células, plantas, personas, etc”, aseguraron.
Bioquímico, a cargo del Área Biología Molecular y Secuenciación del IMR, Lucero destacó que este dispositivo del tamaño de un celular es lo último “y está revolucionando todo” en materia de tecnología de secuenciación. Más allá de su amplia utilidad, incluso en estaciones aeroespaciales, el aparato con que cuenta ahora la UNNE se está utilizando actualmente en el mundo para avanzar con el estudio del ARN del virus responsable de esta pandemia que viene en vilo al mundo entero.
“Es un logro que nos enorgullece y nos llena de felicidad porque nos permitirá seguir aportando a la comunidad”, destacó la rectora de la UNNE, Delfina Veiravé durante la visita al Instituto de Medicina Regional. Junto a la Secretaria General de Ciencia y Técnica, Dra. María Silvia Leoni, quien tuvo a su cargo las gestiones para la adquisición del equipamiento; y de la Secretaria Gral. Académica, Dra. Verónica Torres de Breard; conocieron el funcionamiento y utilidad de los nuevos equipos.
Desde el inicio de esta pandemia hasta la actualidad se han conseguido secuenciar miles de genomas completos del Coronavirus, gracias al análisis de muestras de pacientes afectados por la enfermedad COVID-19. Lograr esta secuenciación es fundamental para conocer mejor el virus y definir sus características y comportamiento. Justamente la secuenciación permitió clasificarlo, definirlo e incluirlo como un nuevo miembro de las familias de virus ya conocidas, bautizándolo como SARS-CoV-2. La secuenciación genómica del SARS-CoV-2 ha permitido averiguar su origen, saber cómo se transmite, investigar su capacidad de difusión y contagio, y lograr información necesaria para el futuro desarrollo de fármacos y vacunas.
En la actualidad la mayoría de los centros de investigación son capaces de hacer secuenciación genética, a partir de diferentes tecnologías. La secuenciación mediante nanoporos que utiliza MinION es la más avanzada, y la experiencia ha respaldado el rápido despliegue de su uso para el brote actual de la COVID-19. En la actualidad alrededor de 30 países lo están utilizando para COVID-19 y otros 40 países se están preparando para hacerlo.
Los datos del genoma viral generados pueden ayudar a proporcionar información sobre la relación con otros virus, el modo y el ritmo de la evolución, la propagación geográfica y la adaptación a los huéspedes humanos. Esta información puede usarse para ayudar en investigaciones epidemiológicas, particularmente cuando se combina con otros tipos de datos (por ejemplo, recuentos de casos).
“Sirve para analizar las cepas circulantes”, explicaron los investigadores de la UNNE sobre este novedoso dispositivo. Pocos en el país, los que existen se están utilizando para analizar las variantes del virus en muestras principalmente de las provincias más pobladas del país. Con el secuenciador que funciona ahora en el Instituto de Medicina Regional, se podrá estudiar las mutaciones en la región.
La UNNE, Nodo de secuenciación
En las próximas semanas, llegarán al IMR investigadores que hace tiempo vienen trabajando en materia de secuenciación, para reforzar la capacitación del personal local de cara al manejo del nuevo equipamiento. Allí, se avanzará con los estudios de secuenciación que se harán sobre muestras de pacientes chaqueños que han contraído la enfermedad.
Las mismas, ya seleccionadas en el Hospital “Julio C.Perrando” de Resistencia, fueron elegidas por sus características epidemiológicas y clínicas.
A partir de entonces, el IMR de la UNNE se convertirá en un “Nodo de Secuenciación” y se sumará a los 7 existentes en el país. Tal la propuesta que ya recibieron de parte de las autoridades del “Consorcio interinstitucional para la Secuenciación del genoma y estudios genómicos de SARS-CoV2 (Proyecto PAIS)”, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
El Proyecto PAIS está conformado por grupos de investigación de diferentes instituciones con el objetivo de secuenciar el genoma y realizar demás estudios genómicos del SARS-CoV-2 en distintas regiones de nuestro país, así como el análisis a gran escala de secuencias, ensamblado de genomas, análisis filogenéticos y filogeográficos, epidemiología y evolución molecular.
El equipo trabaja articulada y colaborativamente para aportar tanto al conocimiento local como a la base de datos global de circulación viral GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data).
“Hay que tener en cuenta que nosotros estamos en zona muy cercana de fronteras con otros países”, recordó Lucero en relación a la importancia de estudiar el avance del SARS-CoV-2 en esta parte del país. “Saber que está circulando, si es una nueva variante de preocupación ya establecida, de donde viene y cómo se fue dispersando”, agregó.
La contribución al conocimiento acerca de la naturaleza genética del virus en nuestra región mediante su secuenciación genómica permitirá comprender su evolución y permitir así estudios sobre antivirales y desarrollo de vacunas. Aportará también a la definición de políticas sanitarias, en este caso a partir del trabajo mancomunado con los gobiernos de las provincias donde la UNNE se asienta.
Equipar el Instituto
La emoción de contar con equipamiento de esta envergadura se trasluce en los rostros de quienes a diario trabajan casi silenciosamente entre microscopios para aportar un poco de luz en estos tiempos pandémicos. Sumar tecnología avanzada que le permitirá obtener más y mejores resultados, en menos tiempo, entusiasma al equipo del Instituto de Medicina Regional que desde el inicio de la pandemia en 2020, trabajó en el análisis de muestras locales para sumar a la detección de casos.
“Lo super equipamos al Instituto”, celebran, conscientes de que en ciencia los avances obligan una permanente actualización de recursos técnicos.
Además del secuenciador, lo obtenido incluye sus insumos y accesorios, un fluorómetro, un ultrafreezer, cabinas de bioseguridad biológica, equipo para lectura automatizada de placas de identificación y sensibilidad, sistema de purificación de agua, termos de nitrógeno líquido, entre otros.
A los y las docentes, investigadores y becarios y becarias que se desempeñan en el IMR les alegra también la posibilidad de que este dispositivo sirva a los diferentes grupos de investigación de la UNNE y otros centros del NEA, con el objetivo de acumular información acerca de los diversos patógenos prevalentes en la región.
Que aporte a reforzar la capacidad diagnóstica de otras enfermedades emergentes, reemergentes y desatendidas de alta prevalencia en la región nordeste del país, y optimizar la capacidad institucional en cuanto a la formación de recursos humanos y prestación de servicios a terceros.
El equipamiento estará también a requerimiento de otras instituciones con las cuales el Instituto posee acuerdos de cooperación científica y tecnológica.
“La adquisición del mismo se logró a partir del “Proyecto de fortalecimiento y articulación de las capacidades diagnósticas y de investigación de la UNNE sobre enfermedades regionales prevalentes”, presentado por la UNNE en el marco de las acciones realizadas por el Programa de Evaluación Institucional (PEI) en universidades de gestión pública que completaron su ciclo de evaluación y mejoramiento. Una convocatoria a la que se ha invitado a participar a la Universidad con el objetivo de fortalecer capacidades de I+D para enfrentar la pandemia y post pandemia asociadas a la COVID-19”, explicó Leoni.
El proyecto derivó en un convenio firmado con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, y tras algunos meses de gestión a cargo del equipo de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNNE, se accedió al subsidio del MINCyT, con fondos del BID, de alrededor de 150 mil dólares. La UNNE aportó en tanto los fondos destinados a salarios, insumos y gastos de importación del equipo.
“Quiero agradecer al equipo de Ciencia y Técnica a cargo de la Dra. María Silvia Leoni, por las gestiones realizadas. Esa parte del trabajo que a veces no se ve pero que resulta decisiva para alcanzar estos objetivos”, dijo la Rectora. “Y también y muy especialmente a cada una de las personas que integra el Instituto de Medicina Regional de la UNNE, por el trabajo profesional y comprometido que realizan y que hace un año se intensificó por la pandemia”, agregó al finalizar la visita.