El 8 de marzo paran las mujeres, para el mundo. Una fecha para conmemorar la lucha feminista de hace siglos por la conquista de derechos. Desde el Centro Cultural Universitario de la UNNE proponemos un diálogo con mujeres trabajadores del arte, de diferentes ramas y actividades, para sumar a una reflexión conjunta de las necesidades y perspectivas del ámbito.
Invitamos a intercambiar puntos de vista a Karen Gómez Curimá, psicóloga de profesión, bailarina apasionada principalmente de música africana y de matriz afro. Susy de Pompert, Sanmigueleña, Maestra Rural, Cantautora, Militante Cultural, Activista por los DDHH, “La Música sana y salva”. Marianela Iglesia, actriz, directora y docente de teatro, militante del teatro independiente. Valentina Mariani profesora en educación artística y licenciada en artes visuales. Eugenia Kusevitzky, diseñadora gráfica, trabaja con oficios, dibuja, borda y teje.participa en proyectos relacionados con la tierra, comunidades nativas, artesanos, fauna, flora y movimientos sociales.
CCU: En la actividad artística que te desempeñas,¿ existe la perspectiva de género?
Karen: En la danza africana, propia de otro continente, es muy importante tener presente el contexto cultural para no caer en la apropiación cultural. En ese sentido, hay cuestiones que pueden ser leídas y entendidas en el contexto y en el territorio. A nuestra lectura occidental, hay aspectos que son muy tradicionales.
Tanto en la música y danza africana, la tradición marca que por lo general las mujeres danzan y los hombres tocan los tambores. Aunque hay danzas que son marcadamente masculinas y otras propias del universo femenino. Ésta división, afortunadamente empieza a ponerse en cuestión, si bien no deja de ser resistida por quienes conservan posiciones más tradicionales, actualmente hay cuerdas, baterías, djembefola mujeres, y hombres danzando.
Susy: Poca aún, pero si noto «un nuevo tiempo».
Marianela: Creo que sí que existe, y es un momento en el que nos estamos planteando más contundente esto, quizás lo que aún no sabemos es qué tipo de subjetividad construye cada perspectiva. Pero siempre hay una.
Valentina: No, como en todos los sectores de la sociedad no existe la perspectiva de género. Lo que sí creo que sucede es que entre quienes formamos parte del ámbito de las artes visuales hay muchas personas que están trabajando para que el mismo sea más igualitario. Un ejemplo de ello son las mujeres, lesbianas, trans, no binaries que trabajan a partir de una mirada de género. En la actualidad son muchísimas las que se dedican a la producción artística, a la gestión cultural u ocupan cargos jerárquicos y que trabajan día a día para difundir, promover y apoyar el arte hecho por mujeres, lesbianas, trans, no binaries
A pesar de este panorama que al menos yo considero esperanzador, me parece necesario recordar que aún en lo que respecta a la ocupación de puestos jerárquicos como ser secretarias, directoras, etc. Aún hay mucha disparidad. El ambiente artístico está conformado en su mayoría por mujeres, sin embargo, en muchas instituciones y espacios no institucionales muchas veces está mayoría no se ve reflejada ya que no son las mujeres, lesbianas, trans y no binaries quienes ocupan los altos cargos. Lo mismo sucede con las muestras, falta mucha perspectiva de género en cuanto a la importancia de la paridad a la hora de seleccionar a les artistas participantes
Eugenia: La verdad que es un tema que eventualmente se me cruza y a veces lo reflexiono un poco más “literal y profundo” y otras veces quizás son el resultado de cierta ocasión o del momento mismo, veo que está pasando algo y ya lo veo con esos lentes de quién cuestiona lo establecido o la forma en la que nos educaron creo… pero, personalmente, pienso que los estereotipos de género están en absolutamente todas las cuestiones de nuestras vidas (siempre que querramos/podamos verlas, lo haremos) y por ende, la artesanía y quienes ejercen oficios intrínsecamente también.
CCU: Eugenia, ¿Podes referirte a nuestras artesanas y artesanos?
Eugenia: Se mezclan muchísimas cosas según la comunidad o el lugar de procedencia de le artesane, las comunidades rurales en general tienen una forma de vida muy patriarcal en cuestiones de trabajo, división de tareas, roles en la casa, la educación, la crianza, y eso se puede ver, queda en evidencia también cuando una artesana “no tiene tiempo de agarrar un pedido o asumir responsabilidades relacionadas a la venta por ejemplo, porque tiene que encargarse de los chicos… o cocinar.. o cuidar al nieto, etc, etc. y no sabe si va a poder»… y después noté algunas cosas que más o menos van cambiando, pero por ejemplo, en nuestra provincia en el interior, las artesanías de una utilidad más hogareña o decorativa si se quiere, están muchísimo más asociadas a las mujeres, la cestería, el tejido sobre todo, la cocina. Y los oficios más asociados a la fuerza física
por ejemplo o al trabajo con el cuero en el montado, el metal, al hombre.
En ese sentido, aunque suene más “romántico” para mi, siempre el olor, el objeto en sí hecho por una mujer, los rasgos, tienen algo de su vida y de su historia de vida sobre todo, porque en general “les cuesta” hacer artesanía, nunca hay tiempo, entonces cuando hay, cuando han logrado hacerse el tiempo para lo suyo, es maravilloso y contiene una fuerza enorme para mi, y así y todo para mi, también son las más preocupadas por mantener, preservar, enseñar, compartir, cuidar (y todo esto tan relacionado a las tareas domésticas otra vez…). Percibo ese rol de guardianas. Y este angau análisis cambia un poco más en las ciudades, donde las artesanas comienzan a rozar otras realidades, otras cuestionamientos y por ende a ver otras cositas escondidas en el por qué siempre relegamos lo que nos gusta hacer… Después si, hay otras casos que tienen más que ver con una herencia familiar también, el hombre al campo, la mujer a la huerta, la casa, les hijes, como te digo, hay excepciones, pero gira en torno a lo mismo.
Claro que hay casos y casos, lo que si siento, es que la sensibilidad y percepción de las personas para trabajar la técnica que sea, escapa al género, siempre siento una devoción y una paciencia en el intentar crear algo bello. Esa recelo, no sé si se dice así, que se percibe al ver o hablar con alguien que sabe de un oficio y cuida y ama lo que hace… lo siento siempre por igual.
CCU: ¿Qué habría que cambiar?
Karen: Creo que para cambiar algunas cuestiones de esta división hay que ser muy conscientes del contexto, el territorio y el tiempo que esa producción artística cobra valor. Ser respetuosos y respetuosas de los tiempos colectivos y singulares de los las y les artistas. Si bien el arte es transgresor de lo que socialmente se instituye, también hay que reconocer que es ese contexto el que hace emerger esa producción en tanto manifestación o denuncia.
Susy: Que comencemos a cuestionar/nos los privilegios, a construir conciencia social, es muy necesaria para desaprender conductas. El cambio de mirada es imprescindible
Marianela: cambiar, creo que como fundamental, sería empezar a poder hablar. Hablar de lo que nos pasa, de lo que nos atraviesa, de a poco dejar de guardar tantos secretos y complicidades con el poder patriarcal.
Valentina: ¿Qué habría que cambiar?: Apoyar más a las mujeres artistas, también a las trans, lesbianas y no binaries mediante programas de fomento a su trabajo, Por ejemplo el apoyo a las madres artistas que son muchísimas y muchas veces las becas, programas y clínicas
no contemplan su situación. Sostener la paridad de género, respetando cupo de mujeres y trans en los espacios culturales. Mismo en las muestras, promover esta paridad.
Subsidiar el trabajo de les artistas mujeres, trans lesbianas, no binaries teniendo el cuenta factores determinantes como la feminización de la pobreza y la situación de vulnerabilidad en la cual se encuentran las trans, lesbianas y no binaries para que haya realmente una igualdad de oportunidades tanto en el sentido de la representación como económico
CCU: podes mencionar a una mujer (artista o no artista) que considerás una referente imprescindible para vos?
Karen: Mujeres artistas referentes, muchas venidas de la danza, Martha Graham de las más conocidas, mis maestras de más cerquita Pupa Luna, danzante mexicana, Selva Varela, de Tucumán, Rebecca Vega, en España, Deby Rodríguez y Claudia Margosa, de Resistencia, Julia Epstein, hermana de la danza. Todas mujeres poderosas que habitan su cuerpo y se expanden en su danzar.De mi biografía más cercana, mujer inmensa, mi madre, Eli Curimá el amor en acciones y la fortaleza hecha cuerpo. Sonia Cavia,María Balbi guerreras y custodias de los nacimientos. Maia Eirin, guardiana de la voz propia y la hoja rayada.
Susy: Teresa Parodi.
Marianela: si, puedo mencionar varias, mis compañeras de militancia, amigas, con las que dia a dia reflexiono y en particular Laura Virgile y Naty Schejter que me resultan imprescindibles porque además de pensar, buscan como accionar sobre lo que nos violenta, discrimina y duele.
Valentina: Una artista que me parece una referente es Argelia Bravo. Si bien ella es venezolana creo que a nivel regional podemos tomar su trabajo como ejemplo en tanto la visibilización de las distintas realidades de las mujeres latinoamericanas y también por poner el foco en el medio ambiente, la soberanía alimentaria, entre otras cuestiones. Que yo considero nos tocan muy de cerca tanto a correntines como a chaqueñes
CCU: Susy, sabiendo tu trabajo por el cupo laboral de mujeres en la música, ¿Por Qué consideras de suma importancia la presencia de la mujer en esta rama del arte?
Susy: Porque las mujeres también somos creadoras, autoras y compositoras, gestoras, militantes y activistas. Porque el Arte también es nuestro y nosotras del Arte. Porque las mujeres también somos Historia.