La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) muestra en sus fallos un cambio en la mirada respecto de la mujer. La dra. Mónica Anís, titular de la Cátedra de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho, Ciencias Sociales y Políticas de la UNNE y Secretaria de Legal y Técnica contó algunos detalles de su participación en las Jornadas Internacionales de Derechos de la Mujer que se realizó el lunes, y tuvo como eje la jurisprudencia en la CIDH.
Hay casos emblemáticos de violencia sexual en que la Corte dejó plasmado que el testimonio de la víctima no era suficiente para determinar un fallo a su favor en un juicio. Luego, en 2005 hubo un cambio progresivo que llevó a modificar la mirada del tribunal. La experiencia de la CIDH dijo Anís, “ es un ejemplo para ver cómo los tribunales aprenden y pueden mejorar”.
Según explicó, “la CIDH es un buen ejemplo de cómo un tribunal internacional aprendió y lo pudo volcar en sus fallos”. La experiencia de este organismo muestra que antes de 2005 toda la jurisprudencia de ese tribunal no tenía perspectiva de género. “Había afectación de derechos de las mujeres sin embargo la Corte no evidenció que hubiera tal cosa”, detalló Anís.
En Argentina “normas son las que abundan” dijo la referente. Tenemos un régimen jurídico “impactante” señaló Anís teniendo en cuenta no solamente lo nacional sino los tratados de ddhh pero consideró que “el problema es llevarlo a la práctica, hemos avanzado muchísimo, no es un problema normativo, hoy avanzamos en el aspecto formal, el problema pasa con los hechos”.
Ante los casos que afectan los derechos de las mujeres, Anís consideró que llegar a la Justicia es “llegar tarde”. “Cuando el caso llega a la Justicia, la violencia se produjo, vamos a avanzar mucho cuando podamos hacer algo antes, se le exige a la Justicia pero no hay articulación en materia de políticas públicas, por ejemplo con las fuerzas de seguridad”, afirmó.
La titular de la cátedra de DDHH reflexionó sobre lo que se le demanda al Código penal, “no sé si todas las respuestas están en el Código Penal, nosotros miramos las cifras y son de terror, la gente cuando va a cometer un delito no mira el Código Penal”, sentenció al tiempo que consideró necesaria la articulación para que la norma realmente sea efectiva.
En relación con la perspectiva de género aplicada a los fallos, Mónica Anís explicó que no se trata de “darle siempre la razón a la mujer” sino que el desafío se encuentra en poder “desprejuiciar las decisiones”. En este ámbito se plantea la necesidad de tomar distancia con la situación ya que “uno de los principales aspecto de la perspectiva de género es abstraerse de eso, no establecer pautas discriminatorias basadas en nuestro propio sistema de creencias”.
Poder escindir las valoraciones que surgen de las matrices personales y situarse en el plexo normativo para decidir no es fácil, sin embargo es imprescindible recordar que “nosotros hacemos derecho, no podemos inventar cosas que nos parecen”, opinó Anís.