Como todos los años, en estas fechas se festeja el carnaval en varios puntos del país y del mundo. En Corrientes, este año será un año atípico ya que la industria cultural que mueve al turismo local y los compareceros que son el corazón de cada agrupación, no saldrá a relucir su magia por el cosmódromo.
A raíz de esta falta, Fernanda Toccalino, Directora del Centro Cultural Universitario de la UNNE, se propone dialogar con seis hacedores del carnaval para concluir juntos (o al menos acercase) en las cuestiones fundacionales del mismo, poner en debate si es una fiesta popular, recordar el carnaval de otros tiempos y compararlo con el de hoy. Esta entrevista intenta encontrar distintas expresiones, reconocer la alegría de la fiesta y la posibilidad de trabajo que da para muchos.
Los carnavales de este año no tienen el despliegue de belleza ni la alegría habitual, por eso Fernanda buscó relatos que rememoren la emoción que generan siempre. Así es como dialogó con Graciela Airaldi, Soledad Urbano, Gabriela Caballero, Balbina Pittoni, Alejandro Rodríguez y Roció Alunni.
Para conocerlos más, podemos decir que Graciela Airaldi es una apasionada del carnaval cuyo hobby es organizar información y fotos antiguas de todas las décadas. Hace años que vive en Buenos Aires, pero viaja a Corrientes para participar del Carnaval. Soledad Urbano disfruta de los corsos de distintas maneras, tanto como público como participante. Fue bailarina en comparsas de Corrientes y jurado en los corsos del interior de la provincia y provincias vecinas. Gabriela Caballero, referente de la Cofradía de San Baltazar. Alejandro Rodríguez es músico y artista plástico de Paso de los Libres donde el carnaval fue siempre una fiesta muy esperada y muy participativa. Balbina Pittoni es amante de los corsos, va por lo menos una vez al año y también al show de comparsas que le parece de un nivel espectacular. Y Rocío Alunni es escultora y desde el 2011 realiza tallas para las comparsas.
Los convocó a los seis sabiendo que cada uno podría aportar una diferente manera de ver el carnaval que se vive año a año.
- Fernanda Toccalino: El carnaval en Corrientes, ¿es una fiesta popular?
Graciela Airaldi: desde que nací, y por definición, el carnaval de todos los tiempos es una fiesta popular. Es una manifestación que una vez al año hace una sociedad en la cual explota su alegría, su desafuero y su informalidad a través de máscaras, disfraces y distintas manifestaciones, que en algunas culturas están vinculadas con lo religioso. En Corrientes en particular tiene dos manifestaciones, el de las grandes comparsas y agrupaciones que hacen su presentación en el corsódromo y el de los carnavales barriales, más parecidos a lo que fue el origen de la fiesta de Carnaval en Corrientes.
Balbina Pittoni: Para mí los corsos son cada vez menos populares, desde que empezaron a organizar empresas privadas y a cobrarse la entrada, las tribunas, etc, lógicamente dejó de ser una fiesta popular y cada vez se ciñe más para los turistas y la gente que pueda pagar esos valores que no son muy accesibles. Lo único popular que me parece que quedó, son los corsos barriales.
Alejandro Rodríguez: En Paso de los Libres, el carnaval era popular porque era una fiesta muy abierta. Se organizaba en la calle principal, no se cobraba ingreso, los clubes tenían una postura muy abierta y todo el mundo participaba creativamente y sumaba potencialidades a la comparsa. Después, con la crisis de los 90, se empezó a cobrar para ir a los corsos y aunque era muy accesible para todos, este orden nuevo despertó mucha antipatía. El corso se fue trasladando a distintos lugares, porque fue creciendo, fue rotando hasta llegar al sambódromo que hoy tenemos. Tiene una capacidad muy buena y para las comparsas es un espacio que ofrece un mejor desarrollo, pero el ingreso está mucho más restringido, las comodidades y mejores lugares son para la gente que tiene más recursos.
- Fernanda Toccalino: ¿Qué diferencias hay entre el carnaval del corsódromo y el barrial?
Graciela Airaldi: El corso barrial es más espontaneo, más alegre. Ahí participa toda la comunidad, es gratuito y tiene su colorido, su brillo, en cuanto a trajes, presentaciones y coreografías, que en muchos casos llegan al nivel del que se hace en el corsódromo.
Soledad Urbano: En los carnavales barriales está el potencial más natural donde la gente vibra sin estar apuntando tanto a la competencia o a quien tiene el más lindo traje. La mayoría de la gente en Corrientes anhela el carnaval, ese encuentro, es propio de nuestra idiosincrasia, de nuestra cultura.
- Fernanda Toccalino: Y ustedes ¿Cómo se vinculan con el carnaval?
Soledad Urbano: Mi vínculo con el Carnaval es el tambor, la danza, la pasión, la energía. Es eso que se siente ahí, cuando estamos, ya sea bailando, tocando o con el público. Me gusta bailar. La competencia entre comparsas o agrupaciones no es muy importante para mí. Cuando por algún viaje no podía participar de los corsos, iba a los ensayos de las comparsas de mis amigos y me ponía a bailar al costado.
Rocío Alunni: Me vinculé con el carnaval cuando le vi la veta laboral. Empecé con unas tallitas de tocados, después siguieron unas más grandes hasta que empecé a hacer para carros.
Graciela Airaldi: Voy a los corsos a alentar a mi comparsa que es Sapucay, pero ya estoy grande y a esta altura, uno ya no es de una comparsa es del carnaval! pasa Ara Berá y se me caen las medias, las agrupaciones me hacen saltar, Arandú Beleza y Copacabana están en mi corazón. Cuando los tiempos me lo permiten, disfruto participando en los carnavales barriales en la comparsa los Dandys.
- Fernanda Toccalino: ¿Cómo eran los carnavales cuando eran chicos?
Graciela Airaldi: cuando era chica, los carnavales eran como son ahora los carnavales barriales. Se hacía en la avenida, había tribunas, se organizaba un jurado, se cortaba el tránsito, para que pudieran desfilar las comparsas más grandes, las agrupaciones, que en ese momento eran diferentes, eran como murgas. También había muchísimas máscaras sueltas, gente que participaba como quisiera participar, montando un espectáculo sobre un auto o una camioneta y esto ocurría tanto en el corso de mayores como en el corso infantil, porque se hacían en diferentes horarios. Cuando era chica participé en Copacabanitos y después, de adolescente, en la versión de mayores. Cuando voy a los corsos barriales siento todo ese latir y todo ese desenfado y esa alegría que había cuando era chica.
Balbina Pittoni: Los carnavales, cuando yo era chica, se vivían como verdaderas fiestas. En los barrios se jugaba con agua, a baldazos limpios. Posteriormente con chuspitas… pero no me gustaba mucho, porque a veces uno no quería jugar o iba a estudiar o a trabajar e igual te mojaban.
Alejandro Rodríguez: Cuando yo era chico, los carnavales eran una fiesta bien del pueblo, con espectaculares carrozas. Las mejores carrozas se hacían en los carnavales de la década del 60: de 3 acoplados, altísimas, pero había mucha colaboración de la gente. Vos no necesitabas contratar personal para hacer una carroza, era el pueblo entero que se ofrecía y se pasaban dos o tres meses trabajando para lograr lo mejor para su club. Era desinteresado porque no había rentabilidad por servicio, era todo ad honorem. Los carnavales cuando yo era chico eran los mejores! Que no te quepa la menor duda Fernanda. Yo los extraño!
- Fernanda Toccalino:¿Encuentran marcas culturales de origen negro en nuestro carnaval?
Sole Urbano: Sí, en los toques del tambor, la presencia del tambor ya es una marca, y en las danzas, el samba, el candombe, las danzas que están presentes, el toque de las danzas, el canto y la percusión en simultáneo, todo eso está vinculado al origen afro.
Gabriela Caballero: El formato Comparsa viene de las antiguas Comparsas de negros que obtenían permisos concedidos por la Iglesia para los Feriados de Carnaval. La raíz africana es el tambor, el ritmo y la danza. También interpretar personajes, confeccionar máscaras y trajes para representar a sus dioses o burlar a sus amos. En particular aquí en Corrientes la raíz del Carnaval es el Camba Cuá. Esto fue observado con detenimiento por el músico y compositor, Osvaldo Sosa Cordero. Él compuso todas las famosas marchas de las Comparsas del Carnaval de Corrientes. Copacabana, Ara Berá, Frou Frou. Y también las marchas para las comparsas de Barrios y las agrupaciones humorísticas como los Dandys.
- Fernanda Toccalino: ¿Es un evento para pocos o es para todos?
Soledad Urbano: Toda la gente siente en el cuerpo la energía del carnaval, de la comparsa. Siente la presencia o la ausencia del mismo. Mucha gente que trabaja todo el año, muchos años, para poder cumplir un sueño: el de ingresar a una comparsa. Salvo un grupo reducido, el resto de los comparseros y las comparseras hacen sus trajes a pulmón. En los carnavales barriales está el potencial más natural donde la gente vibra sin estar apuntando tanto a la competencia o a quien tiene el más lindo traje. La mayoría de la gente en Corrientes anhela el carnaval, ese encuentro, es propio de nuestra idiosincrasia, de nuestra cultura.
- Fernanda Toccalino: Rocío, contanos un poco sobre la talla de las carrozas. ¿Con que material trabajas?
Rocío Alunni: Lo que me posibilita trabajar sin problemas en la tridimensión y conseguir mayor realismo, es el telgopor. Pero con los años fue subiendo de precio y tuvimos que empezar a recortar los presupuestos y a limitarnos un poco. Se reciclan figuras de años anteriores, o trabajo con gomaespuma, bajo teja o alambre y papel.
- Fernanda Toccalino: ¿Pertenecés a alguna comparsa? ¿Cuáles fueron las carrozas más espectaculares o monumentales que realizaste?
Rocío Alunni: No soy parte de ninguna comparsa, porque por año he tenido hasta cinco o seis comparsas con las que trabajaba en el mismo tiempo, entonces, tengo que ser neutral, quererlas a todas y trabajar con todas con la misma calidad que me permite la mano.
Con respecto a las carrozas más espectaculares puedo decir que en épocas de abundancia, la escultura más monumental que hice, fue para una comparsa de Monte Caseros: Shangay. Hice un león de 5,30 m de altura. Esa fue la escultura más grande, y linda, creo…. También hubo otros trabajos que me generaron mucho placer, como el carro apertura de Imperio bahiano, de Capital, que hice completo, desde el diseño hasta la terminación.
- Fernanda Toccalino: ¿Son muchos los artistas que hacen este trabajo en Corrientes?
Rocío Alunni: No, somos muy pocos. Es un trabajo bastante pesado, porque trabajás en talleres y galpones donde pasas calor, hambre, frío, tempestades y tenés que seguir trabajando. No tiene horarios, ni tiene días. Trabajás más en los veranos, cuando la gente tiene otro ritmo de vida. Además, es un trabajo muy sucio, aunque te la pasas limpiando, seguís encontrando telgopor por todos lados!”
- Fernanda Toccalino: la última ¿Tenés algún referente o admirás el trabajo de alguno en particular?
Rocío Alunni: En cuanto a carros espectaculares sí. Siempre miré para Brasil o para las Fallas de Valencia. No son carros alegóricos, pero son trabajos en este material y con esta técnica que me gustan. Y después, los carnavales de Blancos y Negros de Pasto, en Colombia, trabajan un carro divino, espectacular, con una técnica parecida, pero con presupuestos sumamente diferentes, eso es lo que nos diferencia rotundamente con otros países.