“Ejecutivo con 20 años de experiencia en la industria de servicios bancarios, seguros e inversiones, con éxito probado en el manejo de una amplia gama de clase de activos y en la creación de equipos de alto rendimiento y desarrollo de negocios”. Así se presenta en su CV para el mercado laboral, Juan Manuel Verón, un correntino que se destaca en el mercado financiero internacional.
Nacido en Goya hace 49 años, reside en el Distrito Federal Mexicano desde el 2014, donde ejerce su función de Director de Inversiones de distintos Grupos Empresariales y Bancos Internacionales. La historia de Verón es similar a la de muchos profesionales formados en la región que se hicieron un lugar en el exterior, aferrados a una opción de crecimiento personal concreto.
Luego de graduarse en el año 1991 de Licenciado en Economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNNE en una carrera meteórica de 5 años, continuó formándose con distintos posgrados mientras se desempeñaba como agente de inversiones de la desaparecida Banca Nazionale del Lavoro. Esta primera experiencia lo relacionó con el mundo de las finanzas de toda Latinoamérica, comenzando desde entonces un ascenso progresivo.
Analista de Inversiones de BAYFE S.A; Portfolio Manager de GEINVER S.A. – Banco Rio; Administrador de Cartera de Renta Variable de Santander Investment; Jefe de Renta Fija HSBC Group, Gerente de Inversiones de Máxima FJP y Jefe Regional de Inversiones para Latinoamérica del HSBC Group.
En el año 2014 se le presenta el desafío de instalarse en México para focalizar su actividad en lo que considera es su mejor potencial: “analista económico financiero de control de gestión”. Junto a su mujer logran adaptarse rápidamente, ayudados –cree- por las características del pueblo mexicano. “La sociedad mexicana tiene características similares a la correntina, se asienta en la amistad, la música, la tradición. Estoy convencido de que para moverse por Latinoamérica es una gran ventaja no ser de Buenos Aires”, expresó Verón.
Estoy convencido de que para moverse por Latinoamérica es una gran ventaja no ser de Buenos Aires
Además de una nueva perspectiva profesional, en México nace en el 2016 el primogénito de la pareja Verón. Es protagonista de lo que considera “el gran logro de su vida”, ya que ofició de partero de su hijo y en su propia casa, “porque se desencadenó de manera abrupta el parto y no había tiempo para el traslado”.
Como todo argentino en el exterior sigue de cerca la siempre convulsionada realidad del país. Como Graduado de la Universidad pública, se mostró sorprendido por las declaraciones de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, quien días atrás cuestionó la excesiva creación de universidades estatales en el conurbano bonaerense por considerar que “nadie que nace en la pobreza hoy llega a la universidad”.
“Me pareció desacertada la opinión de la Gobernadora. En lugares como Corrientes, que no es precisamente una provincia rica, vi acceder a mucha gente humilde a la universidad, en donde consiguieron oportunidades y movilidad social que de otra manera no les hubiera resultado sencillo”, expresó Verón. “Vivimos un mundo en el que el conocimiento y la tecnología, irrumpen a lo largo de toda la cadena de valor que la vida cotidiana hoy nos ofrece. No tengo dudas que acercar la gente a la Educación Superior siempre es bueno”.
Esta declaración de principios, aclara Verón, tiene que tener una contraparte por parte de los estudiantes de las universidades públicas. “El esfuerzo que cada uno realiza en su formación debe ser el máximo al que estén dispuestos, porque muchos argentinos en iguales o peores condiciones, le están otorgando la posibilidad de estudiar gracias a los aportes que tributan. Todos los días tiene que tomar conciencia de esto”, agregó.
Al repasar el CV de Juan Manuel Verón, detalla algo que no suele ser muy usual encontrar en estas cartas de presentación personales: haber integrado el Consejo Directivo de la Facultad donde se recibió. Como se sabe el Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de cada unidad académica, y consiste en un cuerpo integrado por representantes de distintos claustros; docente, no docente, estudiantes, etc.
Para Verón se trató de una experiencia especial en su etapa estudiantil y explica los motivos. “Me sirvió mucho para desenvolverme a lo largo de mi vida profesional. Imagínese cuando uno pasa a integrar el Consejo de Administración de una empresa y con la inexperiencia de un recién recibido, no sabe cómo manejarse, relacionarse, realizar una intervención, elaborar un proyecto y menos aún lograr el respaldo a una iniciativa que uno impulsa”.
En ese sentido Verón reconoció haber sacado el máximo provecho al lado de docentes y académicos de prestigio que integraron el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas como los doctores Antonio Besil, el estadístico Miguel Cantini, la contadora Susana Gelman y el contador Mario Gianneschi entre otros. “Con profesionales de esa capacidad se aprende en la medida que uno le saca provecho y hoy puedo decir que me sirvió a lo largo de toda mi vida profesional”.
Con un mercado laboral cada vez más exigente y con la experiencia de haber participado en empresas de primer nivel, Verón se anima “marcar” las áreas en las que más preparados deben estar los futuros Licenciados en Economía. Si bien aclara que el campo laboral de la especialidad es amplio, los que se dediquen al análisis de inversión deberían focalizarse en aspectos como Macroeconomía, Teoría Monetaria, Política Económica y Finanzas de Empresas.
“Sin dudas que hay conocimientos particulares que hoy determinan la calidad de un profesional. En ese sentido considero que saber manejar determinados programas como el Python, acompañado con una muy buena formación en matemática, en metodología de la ciencia y en filosofía, marcan la diferencia en cualquier ámbito de selección”.
Verón dijo estar lejos de que se lo compare con un estudiante modelo, a pesar de su carrera cumplida en tiempo y forma. “Si me preguntan qué deportes hacía en mi época estudiantil, respondería salir y divertirme, no me perdía ningún evento. Eso sí, estudiaba de manera proporcional. Eran épocas de muchos paros, por lo cual mis compañeros se volvían a sus hogares, pero yo me quedaba preparando materias. La constancia fue mi gran aliada”, explica.
Al recordar compañeros de estudio surgen los nombres de Carlos Rosa Marín; Milton Capitanich, Miguel Maeder, Mariana Velar y Ana Carnicer. “Los amigos, la familia, Goya y el campo… Siempre se extraña. Tanto es así, que cumplida mi etapa laboral – no falta mucho para eso- tenemos pensado volvernos a la Argentina. Cada vez se hace más difícil retornar al pago solo dos veces al año”.